La senadora Esmeralda Hernández elevó una nueva solicitud ante el Congreso de la República para que sea retirada una placa conmemorativa instalada en honor al expresidente Álvaro Uribe Vélez en el Capitolio Nacional, argumentando que su permanencia en un símbolo de la democracia como el Congreso es “inadmisible” tras la reciente condena en su contra.
La congresista cuestionó la vigencia de dicho homenaje, al considerar que Uribe, condenado a 12 años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, no debería recibir ningún tipo de exaltación institucional. Hernández señaló que mantener la placa constituye “una ofensa a las víctimas de graves hechos ocurridos durante su gobierno” y representa un acto de “apología a la impunidad”.
Entre los argumentos presentados en su proposición, Hernández mencionó casos como los llamados “falsos positivos”, las interceptaciones ilegales conocidas como las “chuzadas” y el escándalo de la “Yidispolítica”, episodios que, según ella, marcaron negativamente los mandatos del exmandatario.
“No es admisible que un delincuente tenga una placa honorifica en el congreso de la República”, expresó Hernández, reiterando que el Congreso “no puede seguir ignorando el precedente judicial que ya existe”.
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La senadora recordó que esta no es la primera vez que plantea la solicitud. En 2024, ya había elevado una acción similar ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, alegando que la instalación de la placa en 2019 —liderada por el entonces presidente del Congreso, Ernesto Macías— se realizó sin cumplir con los requisitos legales ni con la expedición de un acto administrativo formal.
“La placa fue instalada por un capricho político, sin el debido respaldo jurídico. Hoy, además, el contexto judicial obliga al Congreso a actuar en consecuencia”, añadió.
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