Existen muchas actividades laborales que deben ser desempeñadas por expertos y personas altamente cualificados, para que los resultados y logros sean efectivos y eficaces tendientes a favorecer siempre el bienestar de la sociedad colombiana. Para muchos académicos, es preocupante que, durante el presente cuatrienio se estén contratando a personas inexpertas para manejar la formulación e implementación de políticas públicas, que son el eje central de las metas contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo. Infortunadamente, en algunos casos no ha sido así, se ha desmejorado la meritocracia para ocupar dichas posiciones ocupacionales, colocando en serio riesgo el futuro del accionar gubernamental en beneficio de las familias colombianas. Lo anterior, lo afirmamos no con el fin de ser críticos a la gestión del ejecutivo. Con objetividad y análisis emitimos estos juicios de valor sobre el desempeño de las actividades que desarrolla el Estado colombiano. Muchos integrantes de la opinión pública nacional están en contravía, como se ha venido manejando la designación de funcionarios con muy baja altura académica y sin tener en cuenta la carrera diplomática. No se exige el inglés y en muchas ocasiones no se ajustan a los requisitos para el desempeño de estas funciones, que son la cara de Colombia dentro del contexto internacional.
Inclusive se están ubicando a activistas de la primera línea para cumplir los compromisos y promesas electorales, que durante la elección presidencial, se comprometieron para impulsar la temida y repudiable estrategia de impulsar el destable estallido social, que destruyó parte de la estructura productiva, sistema de transporte, provocando desolación y muerte a las familias colombianas, pero que de manera irresponsable sigan utilizando la contratación de influencers con recursos del presupuesto nacional, para defender la gestión gubernamental y las atrocidades que se están presentando con el aumento de la violencia que no para y que tiene sumida a las dos terceras partes de los municipios en la profunda criminalidad que jamás se haya visto en el país. Igualmente, los resultados de las gestiones ministeriales han sido adversos.
Por fin, el presidente Gustavo Petro lo reconoció en el pasado Consejo de ministros, anunciando que va a realizar un fuerte ajuste en su gabinete para su último año, porque no le han dado resultados. A la fecha, ha cambiado a 55 ministros y 155 viceministerios. Las cifras lo dicen todo. Es irresponsable que la Aerocivil no hayan tomado las medidas de control para el manejo de la Torre de control del aeropuerto internacional de Bogotá, el pasado 21 de julio, donde un menor de edad inexperto estuvo manejando la seguridad operacional aérea de este terminal. Puso en peligro a todos los pasajeros y tripulaciones de todos los aviones que salían y llegaban a la capital del país a esa hora. Lo anterior no puede volver a suceder. Se está investigando si era integrante de la primera línea.
