Una de las figuras más emblemáticas del entretenimiento deportivo falleció este jueves en Florida. Terry Gene Bollea, conocido mundialmente como Hulk Hogan, murió a los 71 años tras sufrir un paro cardíaco en su residencia de Clearwater, según informó TMZ Sports.
Foto: @HulkHogan
La emergencia se conoció en la mañana, cuando ambulancias y patrullas policiales llegaron al lugar tras recibir el reporte del colapso cardíaco. Aunque fue trasladado en camilla al hospital, los esfuerzos por salvarle la vida fueron en vano. Así se apagó la voz grave y la energía inconfundible de un hombre que marcó a varias generaciones dentro y fuera del cuadrilátero.
Durante las últimas semanas, la salud del luchador venía siendo motivo de especulación. En mayo se había sometido a una operación de cuello, y aunque circularon versiones sobre un supuesto estado crítico, su esposa Sky Hogan desmintió entonces que se encontrara en coma o en peligro vital.
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Hogan no solo fue un campeón sobre el ring: transformó la lucha libre profesional en un fenómeno cultural global. Antes de su ascenso, el deporte estaba dirigido a públicos reducidos. Pero con su entrada triunfal a la WWF (hoy WWE), sus frases icónicas y su energía teatral, atrajo tanto a adultos como a niños, convirtiéndose en un rostro familiar en los hogares del mundo.
A mediados de los años 90, cuando parecía que su imagen estaba agotada, se reinventó como “Hollywood Hulk Hogan” y lideró el movimiento NWO (New World Order), que revolucionó la lucha libre en su era más comercial. Fue exaltado al Salón de la Fama de la WWE en 2005, aunque fue removido en 2015 tras conocerse grabaciones con comentarios racistas. Más tarde, tras ganar una demanda contra el medio que filtró el material, fue reintegrado en 2020 como parte del grupo NWO.
La carrera de Hogan no se limitó a los cuadriláteros. En 1982, debutó en la pantalla grande junto a Sylvester Stallone en Rocky III. Le siguieron películas como Suburban Commando y Mr. Nanny, así como el reality Hogan Knows Best, donde compartió su vida familiar frente a las cámaras.
Con el paso de los años, Hogan cargó con el peso físico de su legado. En entrevistas reconoció que “no tenía ninguna parte original del cuerpo” intacta, tras decenas de cirugías por lesiones acumuladas. Sin embargo, su espíritu se mantenía activo.
Su última gran aparición pública ocurrió durante la Convención Nacional Republicana de 2024, donde fue recibido con una ovación y su típico despliegue escénico, símbolo de su eterna conexión con el público.
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