DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez Nada que me angustie más que darme cuenta que el tiempo pasa y que irónicamente en muchos momentos no nos damos cuenta. Parece una contradicción, pero es cierto. De pronto estamos convencidos que no corre y nos encontramos a alguien que dejamos de ver hace unos años y la sensación es impresionante. ¿Qué pasó? ¿A qué hora se creció este muchacho? ¿Qué le pasó a mi amiga que está irreconocible? Afortunadamente las redes sociales nos permiten vernos mutuamente a través de fotos y videos y así no es tan duro el impacto de los cambios físicos que vemos en los demás e incluso nos permite reconocer a nuestros amigos y parientes lejanos cuando los hemos dejado de ver y de pronto los tenemos al frente, en vivo. Lo bueno de todo este trasegar es que nadie está exento de afrontar el rigor del tiempo. Lo que es para todos parece justo. Para bien o para mal no nos podemos librar de sus estragos o de sus beneficios. Pienso que crecer y envejecer también tienen su encanto, sobre todo cuando hay salud mental y afecto alrededor. Hay personas que usan métodos para retardar la vejez o para mantenerse bien físicamente, pero llega un punto en que no hay nada que hacer para frenar el deterioro natural. Lo vemos en las actrices y demás personajes públicos que con todo el oro del mundo no pueden frenar la fuerza de la edad. Hay casos impresionantes como el del director, productor y actor, Clint Eastwood, quien, a sus 95 años de edad, está todavía activo en su trabajo. No sé cuánto más le dure la cuerda, pero de momento está vigente. Dice que su secreto “es que no deja entrar el viejo a su casa”. La vida nos va enseñando a disfrutar o sufrir cada etapa, según cada caso. Para algunos, la que están viviendo en su momento, es la mejor. Personas mayores, ya pensionadas, aseguran que disfrutan la tranquilidad que dan los años cuando hay actitud mental positiva. Consideran que en la tercera edad la salud es lo más importante. Opinan que la familia es prioridad y que ese afecto los mantiene saludables. Véanse la película de Netflix “Vivir 100 años: los secretos de las zonas azules”. Si hay salud se puede disfrutar cada momento con mayor intensidad. Podemos vivir sabroso, como dice la vicepresidenta, así nos prohíban la sal y el azúcar
