Álvaro Hernando Cardona González
Las inversiones ambientales que hacen las empresas pueden traer consigo el cumplimiento de los requerimientos legales y las metas por responsabilidad empresarial pero, además, pueden devolver dinero como beneficios tributarios; sin contar con los impactos en reputación que hoy son bien significativos.
La sostenibilidad no solo es buena para el planeta, lo es para las empresas y sus finanzas. Así que, si una empresa está evaluando realizar nuevas o mayores inversiones para optimizar su desempeño ambiental, es importante incluir en dicho análisis una estrategia que permita algunos retornos de dichos valores.
Colombia desde hace algún tiempo contempla incentivos tributarios a cambio de inversiones en equipos y tecnologías que generen beneficios ambientales. E incluso, no hay inconveniente que procedan dichos retornos cuando las inversiones son obligadas por las decisiones de las autoridades ambientales (por ejemplo, las de equipos para control de emisiones, vertimientos, estaciones hidrológicas, etc).
Algunas de las inversiones que simultáneamente traen optimización ambiental a las empresas y otorgan incentivos tributarios son en: equipos para eficiencia energética: iluminación, motores, sistemas de climatización, o refrigeración; tecnologías de energías renovables como solar, por biomasa o eólica; implementación de sistemas para el tratamiento y reutilización de aguas; equipos para la reducción y mejora de emisiones; y, instalación de equipos para la gestión de residuos o aprovechamiento de subproductos.
Para convertir las inversiones en beneficios tributarios se necesita acudir al apoyo de la Unidad de Planeación Minero Energética-UPME, cuando se trate de inversiones relacionadas con gestión eficiente o fuentes no convencionales de energía, o hacerlo ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales-ANLA, cuando se trate de inversiones que reduzcan o mejoren la calidad de las emisiones, se traten aguas residuales, se haga u optimice la gestión de residuos y adopten procesos que muestren una reducción de los impactos al medio natural por encima de los estándares legales o impuestos por la autoridad.
A su vez los beneficios se pueden traducir en una disminución del impuesto de renta, una mayor depreciación de equipos y maquinarias, exclusión del IVA, e incluso, arancel cero en importaciones. Algunos calculan que, en algunos casos, los beneficios pueden llegar a representar un ahorro de hasta el 30% del valor total de la inversión.
Invitamos a los inversores del sur colombiano a invertir más en materia ambiental en sus empresas. Podemos lograr el desarrollo sostenible.
