ALFREDO VARGAS ORTIZ
Abogado y docente, Universidad Surcolombiana
Doctor en Derecho, Universidad Nacional de Colombia
El doctor Rubén Darío Valbuena inicia su gestión como nuevo rector de nuestra Alma Máter y asume el liderazgo de la Universidad en un momento histórico, pues el Plan de Desarrollo 2025–2034 ha trazado como meta principal ubicar a nuestra institución entre las diez mejores universidades públicas del país. Asimismo, se busca consolidarla como un referente estratégico en la región, fomentar la formación integral y fortalecer su presencia a nivel nacional.
Para alcanzar estos objetivos, es fundamental que la Universidad recupere su gobernabilidad y materialice los principios de la administración pública, muchos de los cuales fueron abandonados por la administración anterior. Es evidente que numerosos actores políticos impusieron cuotas burocráticas sin respetar el mérito, ni garantizar la necesidad del cargo, la eficiencia en el servicio o la selección objetiva, meritocrática y transparente del personal. En este sentido, la legalización de la planta administrativa y docente se vuelve indispensable, con el fin de vincular por mérito a todo el personal. Obviamente es fundamental dar cumplimiento al mandato ciudadano del voto en Blanco y la Segunda Papeleta, para actualizar los estatutos de la universidad, para blindar a la institución de la politiquería y el clientelismo que la tienen secuestrada.
Superados estos primeros retos, el siguiente desafío es garantizar la transparencia en los procesos contractuales. Al revisar, por ejemplo, la contratación del servicio de alimentación en las sedes de Pitalito, Garzón y La Plata durante el presente año, se evidencian prácticas altamente cuestionables. Dichos contratos fueron adjudicados de manera directa, a una misma persona, por el mismo objeto, y por más de 500 millones de pesos, sin la debida autorización del Consejo Superior, y sin haberse convocado una licitación pública que permitiera la libre concurrencia de oferentes. Ante este panorama, se espera que el personal de contratación de la administración anterior responda ante las autoridades competentes por estas irregularidades y que la actual administración se aparte de quienes hayan participado en estas prácticas reprochables.
Otro aspecto fundamental a trabajar es la internacionalización. La Universidad debe adoptar una postura mucho más decidida en este frente. Un paso clave es hacer del bilingüismo una realidad exigible, estableciendo como criterio de grado que los estudiantes cuenten, al menos, con un certificado internacional de inglés u otro idioma, en nivel B2, o C1 en el caso de los licenciados en inglés, de acuerdo con el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Esta decisión implicaría que ILEUSCO y el programa de inglés asuman seriamente la enseñanza del idioma, estableciendo al menos ocho niveles presenciales para todas las carreras, con grupos no mayores a 20 estudiantes, y preparando a los alumnos para presentar exámenes internacionales. Se debería eliminar la virtualización de estos cursos, en aras de garantizar la calidad del proceso formativo. Las oportunidades que esta medida abriría para que la Universidad Surcolombiana y sus egresados se proyecten al mundo serían inmensas.
Adicionalmente, la Universidad requiere de manera urgente una Agencia de Cooperación Nacional e Internacional que gestione recursos provenientes de diferentes fuentes, tanto nacionales como extranjeras. Esta agencia debería contar con un equipo de alto nivel —como ocurre en la Universidad de Antioquia— y articularse con los programas de pregrado y posgrado, así como con los grupos de investigación y proyección social. Entre sus funciones estaría la organización de ferias de proyectos, la gestión ante embajadas y agencias internacionales, y la articulación con escenarios de cooperación como Asia-Pacífico o la Cooperación Sur-Sur.
Recibo con optimismo la designación de personas como Leonardo Herrera, Fernando Iglesias y Jenny Amaya, entre otros, en el equipo directivo. Esta selección es un indicador positivo de que se busca hacer las cosas bien. Esperamos que al rector y a nuestra Universidad les vaya bien, pues si a la Universidad le va bien, al país le irá mejor.








