El gobierno nacional ha empezado a presagiar la más grande derrota electoral que el constituyente primario, les propinará a los sectores políticos que han apoyado al ejecutivo, en las próximas justas electorales. Igualmente toda la intencionalidad que ha tenido el presidente Gustavo Petro Urrego para perpetuarse en el poder de manera indefinida, se le empieza a derrumbar, dada la reacción en cadena que se ha venido generando en los demás órganos públicos, porque no le han aprobado todas las iniciativas gubernamentales para convencer al electorado colombiano, que se siente hastiado de su accionar gubernamental, el cual se refleja claramente en los reiterados sondeos de opinión que han venido realizando las empresas encuestadoras, donde se reflejan indicadores bajos sobre el nivel de aceptación de sus gestión gubernamental. Además, los permanentes escándalos que ha venido provocando en el ámbito nacional e internacional, le ha ocasionado un rechazo a su gestión gubernamental. Siente pisadas de animal grande, como lo expresaban nuestros ancestros.

Por tal motivo, el ejecutivo ha rechazado de plano, la definición y adjudicación del contrato que realizó la Registraduría Nacional para las elecciones del 2026. Es la misma empresa que realizó la logística de las elecciones que llevaron a Gustavo Petro Urrego para que fuera concejal y Alcalde Bogotá, representante a la Cámara, Senador de la República y presidente de Colombia y ahora la descalifica y se ha ido en ristre contra estas reconocidas organizaciones: La Unión Temporal, conformada por las sociedades Thomas Greg & Sons Limited (Guernsey) S.A., Thomas Greg & Sons de Colombia S.A., Thomas Processing & Systems S.A.S., Securid S.A.S. , Thomas Greg Express S.A., Compañía Colombiana de Seguridad Transbank LTDA., Grupo Asesoría en Sistematización de Datos Sociedad por Acciones Simplificada Grupo ASD S.A.S., la Sociedad Operadora Opesa S.A.S., Colombia Telecomunicaciones S.A. ESP BIC – Telefónica, quienes ganaron el miércoles anterior la licitación para la logística de las elecciones presidenciales del 2026, convocada por la Registraduría, por un valor de 2,1 billones de pesos. 

Cabe señalar que la Unión Temporal empresa contratada tendrá también la responsabilidad de hacer llegar estos elementos a todas las mesas de votación del país y a los 180 países donde Colombia cuenta con consulados o representación diplomática para que los colombianos voten en el exterior. El gobierno nacional no puede cuestionarla, porque fue elegido congresista, alcalde de Bogotá y presidente bajo la logística de Thomas Greg & Sons, y ahora cuestiona la idoneidad de esa misma compañía. No puede cuestionar la institucionalidad colombiana, solo con la debacle que ha tenido su idea planetaria de convertirse en dictador en Colombia, así no lo quieran aceptar sus áulicos y los sectores políticos de sus afectos. No puede ser irresponsable con estos mensajes incendiarios que ha venido trinando, sembrando dudas para desconocer los resultados de 2026 si no le favorecen, que es lo más seguro.