Más de 200 expositores de todo el país participan en esta feria que dinamizó la economía y visibiliza el trabajo de artesanos, emprendedores y pequeños empresarios.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
La Feria Nacional de la Microempresa se desarrolla actualmente en Neiva como un espacio clave para el fortalecimiento del emprendimiento colombiano. Con más de 200 expositores provenientes de distintas regiones del país, esta muestra comercial ofrece productos variados como artesanías, marroquinería, confecciones, calzado, utensilios del hogar y alimentos típicos, convirtiéndose en una excelente vitrina para quienes buscan impulsar sus pequeños negocios.
Con entrada gratuita, la feria reunió participantes de ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, así como de municipios del Huila como San Agustín, Neiva, Pitalito, Algeciras, La Plata y Garzón. La diversidad de ofertas fue amplia: ropa, calzado, marroquinería, accesorios, artículos del hogar, electrodomésticos, plantas, artesanías, y alimentos típicos de varias regiones.

Un evento con historia
Zoilo Chaúx Jaramillo, operador de la feria y presidente ejecutivo de ASOMEUN, recordó que esta iniciativa lleva 36 años realizándose, siempre en temporada de festividades. “La feria nació como un encuentro local de microempresarios y hoy es de carácter nacional. Aquí encuentra mercancía de toda clase y para todos los bolsillos”, comentó.
“Invitamos a los huilenses a apoyar lo nuestro. Colombia usa y luce lo que la microempresa produce”, enfatizó Chaúx, quien agregó que demás de artesanías tradicionales y ropa, los asistentes podrán adquirir vajillas, electrodomésticos, artículos decorativos y hasta plantas ornamentales. “Aquí hay un expositor de Popayán que vende unas materas y unas matas muy divinas”.
Experiencias que inspiran
Muchos de los participantes resaltaron la importancia de estos espacios para la promoción de sus productos. Uno de ellos fue Sandro Fernández Zúñiga, de San Agustín, quien por cuarto año consecutivo ofreció joyería en acero, bronce y cobre, morteros en piedra y relojes. “Acá el mercado es libre, hay para todos los gustos y presupuestos. Vienen compradores de todo el país”, indicó.
Mildrey Palacios Copete, del Chocó, participó por primera vez y llevó productos gastronómicos como empanadas, pasteles y jugos, además de una bebida tradicional llamada shampoo bayuno. “Estos espacios son maravillosos. Podemos dar a conocer nuestros emprendimientos y abrir más puertas”, destacó.

Educardo Ruiz, microempresario que lleva más de 20 años asistiendo a la feria, ofreció productos nacionales como fajas, cinturillas y correctores de postura. “Esta feria es clave para visibilizar lo que hacemos. Somos fabricantes y generamos empleo. Aquí hay calidad colombiana”, expresó.
Un impulso para la economía local
La feria no solo es un escenario para el intercambio comercial, sino también para el fortalecimiento del emprendimiento como motor económico regional. Con la masiva asistencia de visitantes, muchos negocios lograron aumentar sus ventas y posicionar sus marcas, lo que se traduce en ingresos para cientos de familias.
Además, el evento sirve como plataforma para fomentar el consumo responsable y el apoyo a la industria nacional. Los asistentes han tenido la oportunidad de adquirir productos únicos, directamente del productor, con precios justos y en un ambiente cercano.









