El senador Miguel Uribe Turbay fue intervenido quirúrgicamente en las últimas horas, en medio de su delicado estado.
Así lo confirmó la Fundación Santa Fe de Bogotá, que rompió el silencio informativo mantenido durante el fin de semana con un nuevo reporte médico firmado por el director Adolfo Llinás.
En el comunicado, el centro médico explicó que Uribe Turbay «ha continuado su manejo en la unidad de cuidados intensivos, subespecializada en Neurología, con monitoreo permanente de todos los parámetros pertinentes». Además, detalló que “se le realizó una intervención quirúrgica complementaria al procedimiento inicial” y que el control tomográfico cerebral posterior mostró los resultados esperados, sin evidenciar cambios adversos.
Pese a ello, la clínica señaló que el senador continúa “hemodinámicamente estable”, pero su “condición clínica sigue siendo crítica, con pronóstico neurológico reservado”.
Afuera del hospital, la familia del dirigente del Centro Democrático —entre ellos su esposa María Claudia Tarazona, su hermana María Carolina Hoyos, y su padre, Miguel Uribe Londoño— hizo un llamado a la prudencia de quienes han querido acercarse a la clínica, pidiendo evitar aglomeraciones y sumarse, en cambio, a cadenas de oración.
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Visiblemente conmovido, Miguel Uribe Londoño ofreció unas palabras en medio del drama familiar. “Hoy hablo como un padre, pero también como un colombiano más. Hace 34 años, la guerra se llevó a mi esposa, Diana Turbay. Tuve que decirle a nuestro hijo de apenas cuatro años que su madre había sido asesinada”, recordó con la voz entrecortada.
Y añadió: “Doy fe que tú le has dedicado todos tus años de servicio público a Colombia con un solo propósito: un país seguro y sin violencia. Tu causa es la seguridad para que podamos construir una Colombia en paz para todos los colombianos. Hoy, tu lucha está más vigente que nunca y te aseguro que enfrentaremos a la oscuridad. No nos doblegaremos”.
El mensaje más íntimo lo cerró con un llamado directo a su hijo: “Miguel, tu hijo te espera en casa para darte un abrazo. Te necesita para que lo veas crecer y seguir tu ejemplo. Sigue luchando, que todos nosotros vamos a seguir orando por tu vida, esperando verte muy pronto, recorriendo todos los rincones de nuestro país. Te quiero, Dios te proteja y te bendiga”.
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