Por Sergio Trujillo
Diputado Asamblea del Huila
El pasado 30 de mayo vivimos en la Asamblea Departamental un foro que, más que un encuentro académico, fue un acto de responsabilidad histórica: “Huila Grande sin miedo ni violencia”. Un espacio donde confluyeron instituciones, expertos y liderazgos sociales para hablar con franqueza sobre una herida que no podemos seguir ocultando: la violencia basada en género.
Como presidente de la Asamblea y como ciudadano, no puedo quedarme callado ante las cifras que estremecen: más de 2.400 casos sospechosos de violencia de género en lo que va del año. Son vidas, no estadísticas. Son madres, hijas, estudiantes, compañeras, amigas. Son historias interrumpidas por el miedo y la impunidad.
Este foro, organizado por la Gestora Ángela Parra, nos recordó que la transformación cultural empieza por reconocer el problema, por dejar de justificar lo injustificable, y por construir nuevas formas de relacionarnos donde prime el respeto, la empatía y la equidad. La campaña “Huila Grande baila sanjuanero sin miedo ni violencia”, lanzada durante este evento, no es solo un llamado en medio de las festividades, sino una invitación urgente a revisar nuestros comportamientos cotidianos, nuestras palabras, nuestras omisiones.
La participación de expertas del Ministerio de Igualdad, del Viceministerio de Diversidades, del Ministerio de Justicia, y de la academia, dejó claro que hay herramientas, rutas y conocimientos disponibles. Pero el reto es que esas herramientas lleguen a cada municipio, a cada vereda, a cada hogar.
Como Asamblea, asumimos el deber de vigilar, proponer y legislar con enfoque de género. Pero esta lucha no es solo institucional. Necesitamos que cada hombre se convierta en aliado. Que cada líder comunitario sea un agente de cambio. Que los medios de comunicación dejen de revictimizar. Que el sistema educativo forme en igualdad y no en estereotipos.
El Huila que soñamos es uno donde ninguna mujer tenga que escoger entre su libertad y su seguridad. Un Huila que celebra sus tradiciones sin tolerar el machismo. Un Huila grande, no por sus cifras, sino por su humanidad.
Que este foro no se quede en una agenda. Que sea un punto de inflexión. Y que cada uno de nosotros, desde su rol, asuma el compromiso de erradicar la violencia y sembrar respeto.
Porque “Huila Grande sin miedo ni violencia” no es una frase bonita. Es una tarea de todos. Y desde la Asamblea, trabajando en equipo, no descansaremos hasta verla cumplida.
