Las tradicionales cabalgatas de las fiestas de San Pedro en Neiva vuelven a estar en el centro de la polémica. Durante una sesión del Concejo Municipal, se discutió su futuro, debido a crecientes denuncias por maltrato animal, exceso de licor e inseguridad.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Las tradicionales cabalgatas que se realizan en Neiva durante las festividades de San Pedro, consideradas por muchos como una expresión cultural, están nuevamente en el centro de una fuerte controversia. En una sesión ordinaria celebrada este jueves en el Concejo Municipal, los cabildantes abordaron con preocupación el impacto de estas actividades en la seguridad ciudadana, el bienestar animal y el consumo desmedido de licor durante su desarrollo.
El debate surge en medio de los preparativos para una de las fiestas más emblemáticas del Huila, y se da tras los recientes desórdenes registrados durante una cabalgata realizada el pasado fin de semana, donde se reportaron episodios de embriaguez, maltrato animal y hasta un caso de hurto. Este panorama encendió las alarmas en el Concejo, llevando a varios de sus integrantes a plantear la posibilidad de regular más estrictamente estas actividades, e incluso considerar su prohibición si no se toman medidas urgentes.
Preocupación por el maltrato animal y la inseguridad
Uno de los más críticos fue el concejal Alejandro Serna, quien advirtió que las cabalgatas han venido perdiendo aceptación entre los ciudadanos. Según indicó, más del 60 % de los neivanos rechazan actualmente este tipo de eventos, principalmente por el comportamiento irresponsable de algunos participantes.
«Si seguimos viendo jinetes en estado de embriaguez, personas agrediendo animales o situaciones de inseguridad como la que se vivió el sábado, va a ser inevitable pensar en su cancelación definitiva», advirtió Serna, quien propuso invitar a la Policía Metropolitana para fortalecer las estrategias de seguridad durante las festividades sampedrinas.
El cabildante también manifestó su inquietud por el uso de sustancias psicoactivas durante las cabalgatas, lo que no solo pone en riesgo a los propios participantes, sino a los asistentes y a los animales involucrados en los desfiles. En este sentido, sugirió establecer un protocolo claro para el control del consumo de licor y el comportamiento de los jinetes.

Llamado a la responsabilidad de los caballistas
Durante la sesión, también se escucharon voces que exigieron mayor responsabilidad a los propietarios de los caballos. El concejal Cristian Bautista fue enfático en condenar el maltrato animal, señalando que muchos de los equinos presentan señales de agotamiento, golpes e incluso intoxicación por participar en condiciones inadecuadas.
“Es inadmisible que los caballistas permitan que sus animales sean montados por personas ebrias. Estamos viendo caballos golpeados, desorientados, sin agua, sin descanso. Esto no puede seguir ocurriendo”, sostuvo Bautista, quien pidió a los organizadores y autoridades aplicar sanciones ejemplares a quienes incumplan las normas básicas de protección animal.
Por su parte, el concejal Roberto Escobar calificó de “bochornoso” el comportamiento de algunos jinetes. “Las cabalgatas se han convertido en una excusa para emborracharse y hacer escándalos en las calles. Muchos no tienen ni idea de cómo montar un caballo, pero alquilan uno solo para beber licor y exhibirse sin ningún control”, manifestó.
Defensa cultural, pero con controles
No todos los concejales se mostraron a favor de eliminar las cabalgatas. El concejal Mauricio Fernando Rojas defendió el carácter cultural y económico que estas actividades representan para Neiva y el Huila. Señaló que, bien organizadas, las cabalgatas pueden generar ingresos para el sector turístico, comercial y agropecuario.
“Las cabalgatas hacen parte de nuestra identidad. Lo que necesitamos es más control y más educación. Muchos de los problemas surgen porque cualquier persona puede alquilar un caballo sin tener idea de cómo cuidarlo. Debemos intervenir desde ahí, con normativas más exigentes para los prestadores de este servicio”, expresó Rojas.
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Una opinión similar expresó la concejala Lourdes Mateus, quien sin embargo cuestionó la modificación reciente del proyecto de acuerdo que regula las festividades, el cual permitió nuevamente el consumo de licor durante las cabalgatas. Según Mateus, esto desvirtuó el objetivo inicial del reglamento, que buscaba precisamente proteger a los animales y evitar situaciones de riesgo.
“La coherencia debe primar. No podemos hablar de bienestar animal y al mismo tiempo aprobar que los jinetes consuman alcohol libremente. Esa mezcla es peligrosa y termina normalizando el maltrato”, argumentó.
¿Regulación o prohibición?
El debate en el Concejo de Neiva dejó en evidencia la necesidad urgente de revisar la forma como se organizan y supervisan las cabalgatas durante el Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco. Aunque no se tomó una decisión definitiva, se acordó que en las próximas sesiones se invitará a representantes de la Policía Metropolitana, a la Secretaría de Cultura y a asociaciones defensoras de animales para definir un plan de acción conjunto.
Por ahora, lo cierto es que el futuro de las cabalgatas en Neiva dependerá en gran medida del comportamiento de los organizadores, los jinetes y las autoridades en las próximas semanas. La ciudadanía, cada vez más crítica frente a los excesos, estará observando con lupa si se respetan los derechos de los animales y la tranquilidad del entorno urbano.
En palabras del concejal Serna: “No podemos seguir permitiendo que una tradición se convierta en un motivo de vergüenza y rechazo. Si queremos conservarla, debemos hacerla bien”.

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