Por: Yamid Sanabria
Estamos exactamente a un año de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, donde hay más precandidatos que propuestas de país. A pesar de las diferencias con el actual presidente Gustavo Petro, nadie puede desconocer que sigue imponiendo la agenda política y su papel será relevante en el desarrollo de la contienda electoral para llegar a la Casa de Nariño. Haremos un poco de pronóstico político.
Se calcula que ya van más de cuarenta candidatos, entre los que resaltan quienes juegan para ganar y otros para saltar a otros cargos públicos; por su parte la derecha tiene claro que deben tener candidatura única para tener opción, allí el partido Centro Democrático puede terminar decantándose por Miguel Uribe, pero a la final terminará como candidato a la alcaldía de Bogotá; y finalmente, con un German Vargas Lleras poco visible, terminarán con Vicky Dávila, ya que su nivel de reconocimiento es el más alto entre los demás opcionados.
En el centro político, el mejor cálculo lo lleva Claudia López que supo jugar la alcaldía de Bogotá con Carlos Fernando Galán, reduciendo las posibilidades de su hermano Juan Manuel Galán (además de crear una presunta división), la gran incertidumbre de Claudia será si le alcance en regiones “machistas” o es un tema superado. Por otro lado, Sergio Fajardo sigue intentando posicionar un tono más fuerte que lo saque de la etiqueta de “tibieza”, y Alejandro Gaviria continúa con una presencia mediática en las clases ilustradas, aunque la mayoría de los votantes no están en ese espectro; allí también quieren entrar David Luna, Roy Barreras, Mauricio Lizcano, Luis Giberto Murillo, Juan Daniel Oviedo y en general todos los “andariegos” de la política.
La izquierda busca una fórmula mágica que logre avivar el sentimiento que despertó Petro en 2022, una tarea que deberán consolidar con Daniel Quintero, Carlos Caicedo, Camilo Romero, María José Pizarro, y finalmente Gustavo Bolívar, quien en mi concepto sería el más reconocido y más fácil de vencer en las elecciones, tanto así, que ha sido evidente hasta por el mismo presidente. La incertidumbre de la consulta popular sigue en vilo para determinar si es el “combustible” esperado o finalmente se queda cerrada en el Senado. Por ahora, tienen el 30% de aprobación Petrista, un porcentaje nada desconsiderado ante tanta división.
Finalmente, siempre queda el espectro para un “outsider” como lo representó Rodolfo Hernández (Q.E.P.D.), pero por ahora no es visible, ya que el senador JP Hernández igualmente oriundo de Santander que seguía sus pasos, al parecer no tendría el aval del partido Alianza Verde. Quien pase a primera vuelta sabremos de qué manera realmente va a gobernar con sus alianzas.
