Por cuenta de la temporada invernal, alrededor de 100 sedes educativas en el Huila han sufrido afectaciones en su infraestructura. Las autoridades departamentales adelantan acciones para su recuperación, con el fin de garantizar espacios seguros y dignos para los estudiantes.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Las fuertes lluvias que se han presentado en los últimos días en el departamento del Huila han generado afectaciones en la infraestructura de aproximadamente 100 sedes educativas, tanto en zonas rurales como urbanas.
“Tenemos muchas sedes educativas con inconvenientes. Somos conscientes de los efectos del cambio y la variabilidad climática, y no estamos ajenos a los problemas que generan estas temporadas de lluvia. Actualmente tenemos reportes de múltiples instituciones afectadas y estamos desarrollando un programa con las Juntas de Acción Comunal para adelantar reparaciones, especialmente en techos, los cuales impactan directamente la prestación del servicio educativo”, informó Edgar Martín Lara, secretario de Educación del Huila.
Frente a esta situación, la Gobernación ha venido apoyando a los municipios mediante el envío de maquinaria para atender los deslizamientos que han afectado vías terciarias, las cuales comunican muchas de estas sedes con los centros poblados. Asimismo, se ha solicitado apoyo al Gobierno Nacional para poner nuevamente en funcionamiento las instituciones impactadas.
“Nuestro gobernador, Rodrigo Villalba Mosquera, ha liderado la gestión de recursos para infraestructura educativa, una de las principales limitantes debido a las altas necesidades presupuestales del sector”, agregó Lara.
En la mayoría de los casos, las afectaciones se han concentrado en los techos, lo que ha ocasionado goteras constantes. Estas filtraciones afectan gravemente las condiciones de enseñanza, tanto en colegios rurales como urbanos.
“En pocas sedes hemos tenido fallas estructurales en muros. Lo más frecuente son las goteras, ya que muchas cubiertas son de asbesto cemento, con 20, 25 o incluso 30 años de uso, y se encuentran en un estado en el que ya no cumplen su función de proteger los salones de clases”, indicó el funcionario.

Infraestructura educativa en riesgo
Las escuelas deben ser espacios seguros, donde niños, niñas y adolescentes encuentren protección, bienestar y condiciones adecuadas para el aprendizaje. Por esta razón, las sedes que presentan riesgo estructural han sido aisladas inmediatamente y se ha suspendido su funcionamiento. Sin embargo, los estudiantes han sido reubicados en lugares seguros para garantizar su derecho a la educación.
“Las sedes en riesgo han sido evacuadas. En los sectores donde la situación lo exige, estamos avanzando en estudios técnicos para determinar las intervenciones necesarias, tanto desde los municipios como desde la Secretaría de Educación del departamento. Son riesgos controlados, y donde no lo están, hemos tomado la decisión de trasladar a los estudiantes”, señaló Lara.
Según el secretario, se están interviniendo alrededor de 100 sedes en el departamento. De estas, unas 80 están siendo atendidas con recursos del Gobierno Nacional, mientras que la Gobernación del Huila está gestionando adecuaciones en aproximadamente 50 sedes más, mediante inversiones orientadas a diversas necesidades de infraestructura.
“Actualmente contamos con un reporte de necesidades que están siendo evaluadas técnicamente para análisis de riesgo. Algunas ya están intervenidas, otras han sido aisladas mientras se realizan los estudios pertinentes. Aunque no son muchas las que requieren atención estructural urgente, cada una implica una inversión significativa, que depende del flujo de recursos disponibles a nivel municipal, departamental y nacional”, explicó.
Caso crítico en Pitalito
Una de las situaciones más delicadas se presenta en el corregimiento de Alto Cabuyal, en el municipio de Pitalito, donde los estudiantes de la escuela local se vieron expuestos a un peligro inminente debido a las fuertes lluvias que afectaron gravemente la infraestructura del plantel y las vías de acceso.
La gravedad del daño obligó a las autoridades a evacuar la institución y cerrar sus puertas, debido al riesgo que representa tanto para alumnos como docentes.
Además del colapso estructural del colegio, la comunidad de la vereda quedó incomunicada por la pérdida de puentes y tramos viales. Las autoridades locales ya adelantan acciones para brindar soluciones concretas: habilitar caminos, reparar puentes y coordinar con propietarios privados y líderes comunitarios para identificar un terreno donde reubicar la escuela de forma segura.
La situación en esta zona rural de Pitalito es crítica, y se espera que se tomen decisiones urgentes para garantizar el bienestar de los habitantes, especialmente de los menores afectados por el cierre de la institución.








