Los sistemas de navegación satelital, clave para la operación aérea, estarían comprometidos por uno de los fenómenos solares más intensos de los últimos años. Viajeros deben estar atentos a posibles modificaciones de sus itinerarios.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Una de las erupciones solares más potentes registradas en los últimos tiempos mantiene en alerta a autoridades aeronáuticas de todo el mundo, y Colombia no es la excepción. La Aeronáutica Civil (Aerocivil) emitió un comunicado este martes 21 de mayo, en el que advierte que los vuelos programados en el país podrían experimentar alteraciones debido a la tormenta solar que incide directamente sobre los sistemas de navegación satelital.
El fenómeno, ocurrido el pasado 14 de mayo, fue clasificado como una llamarada solar clase X2.7, una de las más fuertes de su tipo, y ha generado impactos globales que comprometen no solo la aviación, sino también otros sistemas críticos como la geolocalización, las telecomunicaciones y el suministro eléctrico. De acuerdo con la Aerocivil, las afectaciones podrían prolongarse hasta el próximo domingo 25 de mayo.
¿Qué está ocurriendo?
La tormenta solar comenzó con una eyección de masa coronal (EMC), una liberación colosal de plasma y campo magnético desde la corona solar, que se extendió más de 967.000 kilómetros, según reportes de la NASA. Para ponerlo en perspectiva, eso equivale a más de 75 veces el diámetro de la Tierra. Esta masa fue lanzada al espacio a alta velocidad y parte de ella interactúa actualmente con la magnetósfera terrestre, una zona crítica para la estabilidad de los sistemas de posicionamiento y navegación por satélite (GPS).
La forma que adoptó la erupción, descrita por científicos como una “Ala de pájaro”, fue también motivo de atención por parte de la comunidad científica internacional. Según la física espacial Tamitha Skov, este tipo de erupciones no solo tiene una gran intensidad, sino que también deja una «estela muy intensa» capaz de perturbar de forma significativa el entorno espacial de la Tierra.
Impacto en los vuelos comerciales
En el caso colombiano, la Aeronáutica Civil explicó que estos fenómenos “afectan los sistemas de navegación satelital, necesarios para la operación aérea”, por lo cual algunos itinerarios podrían sufrir modificaciones durante los próximos días. Aunque la entidad no precisó qué rutas o frecuencias específicas podrían verse impactadas, hizo un llamado a los viajeros a mantenerse en contacto con sus aerolíneas para confirmar el estado de sus vuelos.
“Estas afectaciones son ajenas al servicio aéreo nacional, y se presentan a nivel global”, puntualizó el comunicado. La advertencia cobra mayor relevancia debido a la creciente dependencia de la aviación comercial de los sistemas satelitales tanto para navegación como para el control de tráfico aéreo.
En este contexto, Aerocivil reiteró la importancia de verificar con antelación el estado de los vuelos programados entre el 21 y el 25 de mayo para evitar contratiempos. La entidad aseguró que mantendrá monitoreo constante de la situación y seguirá brindando información oficial conforme evolucione el fenómeno.
Más allá de los cielos: otros efectos
Las consecuencias de esta tormenta solar no se limitan a la aviación. Entre los posibles efectos colaterales están:
- Interrupciones en redes eléctricas, sobre todo en zonas cercanas a los polos.
- Fallos en comunicaciones de radio, especialmente en frecuencias de onda corta utilizadas por aeronaves, embarcaciones y servicios de emergencia.
- Alteraciones en sistemas de navegación, tanto aéreos como marítimos y terrestres.
- Aparición de auroras boreales y australes en latitudes inusuales, un fenómeno hermoso pero también señal de una perturbación significativa en la magnetósfera terrestre.
Este tipo de tormentas solares, aunque no representan un peligro directo para la salud humana en la superficie, sí pueden tener consecuencias económicas y logísticas importantes, especialmente en un mundo altamente interconectado y dependiente de la tecnología satelital.
Una vigilancia constante
Organismos como la NASA y la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.) mantienen vigilancia permanente de la actividad solar para emitir alertas tempranas y minimizar riesgos en sectores estratégicos. En Colombia, la Aerocivil actúa en coordinación con estas agencias para tomar decisiones oportunas que garanticen la seguridad del transporte aéreo.
De momento, la recomendación general es clara: estar informados. Los pasajeros deben consultar constantemente con sus aerolíneas, seguir los canales oficiales de la Aerocivil y estar preparados para posibles reprogramaciones o demoras en sus itinerarios de vuelo.
Con fenómenos tan potentes como esta tormenta solar, la ciencia nos recuerda que, aunque avancemos en tecnología, seguimos siendo vulnerables a las fuerzas de la naturaleza que gobiernan más allá de nuestra atmósfera.









