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Animales silvestres que no pueden volver a su hábitat, se convierten en embajadores de la educación ambiental en el Huila

May 7, 2025

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Animales silvestres víctimas de cacería, tráfico y tenencia ilegal, que por sus heridas físicas o alteraciones comportamentales no pueden regresar a su hábitat natural, han sido integrados a un proyecto educativo de conservación en el sur del Huila.

Se trata del Sendero de Interpretación Ambiental del Macizo Colombiano, ubicado en la finca Marengo del municipio de Pitalito, un espacio gestionado por la CAM, que ofrece refugio a ejemplares de fauna silvestre no liberables. Allí, animales con fracturas irreparables, amputaciones, improntas humanas o secuelas psicológicas derivadas del cautiverio, encuentran una segunda oportunidad como parte de un proceso pedagógico que promueve la protección de la biodiversidad.

Uno de los casos destacados es el de un águila real de montaña, rescatada en zona rural del municipio de Santa María, al noroccidente del Huila, tras recibir una descarga de perdigones en su ala derecha. A pesar de los esfuerzos médicos, las lesiones impidieron que volviera a volar. Según la resolución 2064 de 2010 del Ministerio de Ambiente, animales en estas condiciones deben ser eutanasiados si no hay instituciones que puedan albergarlos. No obstante, el ave fue trasladada al Sendero Ambiental, donde actualmente permanece como parte del programa de educación ambiental.

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Nancy Ramírez, veterinaria de la CAM, explicó que este ejemplar forma parte de un grupo de animales que no pueden ser reinsertados en el medio natural y que hoy tienen una función educativa. En el sendero también hay chigüiros, tortugas, aves, mamíferos y reptiles con diferentes tipos de lesiones o alteraciones que los incapacitan para sobrevivir en libertad.

“La mayoría presenta daños físicos, como fracturas, pero también hay casos de trastornos comportamentales y nutricionales graves que imposibilitan su liberación”, indicó Ramírez.

Luisa Jaramillo, bióloga de la CAM, aseguró que el contacto directo con estos animales genera un impacto significativo en los visitantes. “Se fortalece la conciencia ambiental y muchas personas se convierten en replicadores del mensaje de conservación”, afirmó.

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