El humo negro que emergió a las 21:00 desde la chimenea de la Capilla Sixtina confirmó lo que miles de fieles esperaban ansiosos en la Plaza de San Pedro: la Iglesia Católica aún no tiene nuevo Papa.
La primera jornada del Cónclave terminó sin que los 133 cardenales electores alcanzaran los votos necesarios para elegir al sucesor de Pedro.
La jornada comenzó con el tradicional Extra Omnes, la fórmula que marca el cierre de puertas en la Capilla Sixtina y el inicio del proceso más reservado del Vaticano. En su interior, los purpurados escucharon una meditación del padre Raniero Cantalamessa, predicador emérito de la Casa Pontificia. Acto seguido, se procedió al sorteo de los escrutadores, infirmari (encargados de recoger los votos de cardenales enfermos) y oyentes. Luego se realizó la primera votación, sin éxito.
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Fuera del recinto, alrededor de 45.000 personas esperaban en la Plaza de San Pedro, entre banderas, plegarias, especulaciones y flashes de cámaras. Las gaviotas sobre la chimenea ofrecieron momentos de distracción a la multitud, que seguía con atención el rito centenario. El silencio dio paso a un rugido colectivo cuando apareció la señal inequívoca: humo negro, símbolo de que no se ha alcanzado el consenso necesario.
El proceso se reanudará mañana jueves 8 de mayo. Los cardenales electores volverán a reunirse en el Palacio Apostólico antes de las 8:00 a.m. para celebrar la Santa Misa y rezar las Laudes en la Capilla Paulina. Luego ingresarán nuevamente a la Capilla Sixtina a las 9:15, donde continuarán con la votación tras recitar la Ora Media. En total, están previstas cuatro votaciones durante la jornada, dos en la mañana y dos en la tarde.
Como es tradición, habrá dos momentos clave para observar la chimenea: al final de la mañana y al cierre de la tarde, cuando nuevas fumatas anunciarán si hay —o no— nuevo Pontífice.
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