El Ministerio de Defensa, junto con las Fuerzas Militares y la Policía Nacional de Colombia, dieron a conocer los resultados de los recientes operativos contra el grupo armado Clan del Golfo, en el que se reportó la captura de 123 integrantes de esta organización criminal, entre ellos, más de diez cabecillas de zona y 113 personas vinculadas como sicarios y colaboradores.
A su vez, el director de la Policía Nacional, brigadier general Carlos Fernando Triana, confirmó que entre los detenidos se encuentran personas identificadas con los alias de Jerónimo, alias Boliqueso, ‘Jaider’, ‘Chaco’, ‘Pipa’, ‘Caja’, ‘Mojón’, ‘Paul’, ‘Ronal’ y ‘Toyota’, siendo piezas claves dentro de la organización criminal.
Asimismo, la ofensiva incluyó un total de 74 allanamientos en los que se logró la incautación de un importante arsenal. Entre los elementos confiscados se encuentran 58 armas de fuego, de las cuales 30 son fusiles, cerca de 7.000 cartuchos, tres granadas, 10 proveedores de armas, tres granadas de fragmentación, tres automóviles, dos motocicletas y 42 equipos de comunicación y más de 30 millones de pesos en efectivo.
De igual manera, el alto oficial recalcó que el denominado plan pistola, una estrategia que consiste en ofrecer recompensas económicas a quienes logren asesinar a miembros de la fuerza pública, viene siendo liderado por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido como alias Chiquito Malo, máximo cabecilla del Clan del Golfo.
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“Las órdenes de generar asesinatos a los policías o a los militares es de alias Chiquito Malo, el cabecilla del Clan del Golfo. Las operaciones especializadas en contra de estos criminales continúan y continúan con trabajos especializados, pero también con la información de la comunidad”, mencionó el director de la Policía en la rueda de prensa.
Como lo dio a conocer la Policía Nacional, los integrantes del Clan del Golfo operaban en 14 departamentos, con un enfoque particular en regiones como Antioquia, Magdalena, Córdoba, Bolívar, Cesar, Sucre, Atlántico, La Guajira, Santander, Risaralda, Meta, Valle del Cauca, Chocó, Magdalena Medio y Urabá.
En este sentido, estas áreas eran utilizadas para actividades delictivas como homicidios selectivos, extorsión, tráfico de armas y estupefacientes, así como para la confrontación armada con otros grupos criminales en busca de control territorial.









