El secuestro de un niño de 11 años en zona rural del municipio de Jamundí ha desatado una profunda indignación a nivel nacional. El hecho, atribuido al frente Jaime Martínez, una facción de las disidencias de las FARC, ha sido calificado como una muestra del recrudecimiento del conflicto armado que afecta a las comunidades más vulnerables del suroccidente colombiano.
La vicepresidenta Francia Márquez Mina se pronunció la mañana de este lunes 5 de mayo con un contundente mensaje de rechazo, en el que exigió la liberación inmediata del menor y la acción coordinada del Estado para dar con el paradero de los responsables. “Un país que no sea capaz de garantizarle a sus niños un futuro de esperanza y paz está condenado al fracaso”, advirtió la funcionaria.
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De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cali, el secuestro ocurrió cuando hombres armados irrumpieron en un condominio ubicado en zona rural de Jamundí. Aunque una mujer que acompañaba al menor fue dejada en libertad, el niño fue llevado por los captores. Las autoridades señalan como autores del crimen al grupo armado residual Jaime Martínez, bajo el mando de alias Iván Mordisco.
En su declaración, Márquez reiteró:
“No podemos permitir que el horror de este conflicto irracional toque a nuestros niños, que son la esperanza y el futuro de la nación. La vida es sagrada y la libertad de cualquier ser humano no es negociable, mucho menos tratándose de un menor de edad”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó: «erroristas armados de este grupo, cuyo cabecilla es alias Marlon y que delinque en límites entre Valle del Cauca y Cauca, irrumpieron en un condominio y se llevaron al pequeño. Una mujer que lo acompañaba fue liberada. El menor sigue secuestrado, incluso, vendado sus ojos en algunos casos».
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