En un descubrimiento que redefine la historia geológica y paleontológica del país, un estudio liderado por la Universidad Nacional de Colombia reveló la existencia de fósiles de tiburones prehistóricos en los actuales departamentos de Tolima y Huila. Estos restos, que datan de hace aproximadamente 90 millones de años, confirman que la región estuvo cubierta por un mar cálido, poco profundo y altamente biodiverso durante el período Cretácico Superior.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
El hallazgo fue realizado por Hernán Mauricio Ortiz Fernández, magíster en Geología de la Universidad Nacional, quien identificó un total de 14 fósiles dentales pertenecientes a tiburones, peces sierra y rayas. Estos restos fueron encontrados en formaciones de rocas sedimentarias como lutitas y areniscas, localizadas en diversos municipios de Tolima y Huila, y constituyen el primer registro fósil de estas especies marinas en Colombia.
Según el investigador, los animales hallados eran depredadores formidables, con longitudes que variaban entre los 2 y 7 metros. Su dieta incluía crustáceos, amonitas (moluscos con conchas en espiral), peces pequeños e incluso reptiles marinos. “Estos tiburones prehistóricos nadaban en un ecosistema marino tropical y dinámico, que estaba conectado con las aguas del antiguo océano Atlántico”, explicó Ortiz Fernández.
Entre las especies identificadas destacan cuatro ejemplares que hasta ahora solo se conocían en América del Norte y Europa, lo que convierte al hallazgo en un aporte significativo para la geología y paleontología mundial. Las especies registradas son:
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- Cretoxyrhina mantelli: considerado uno de los tiburones más temidos del Cretácico, este depredador tenía una poderosa dentadura de hasta 5 centímetros de largo y un cuerpo diseñado para nadar a gran velocidad.
- Squalicorax kaupi, conocido como el “tiburón cuervo”: se caracterizaba por ser un carroñero marino con dientes de bordes aserrados, ideales para alimentarse de cadáveres.
- Carcharias amonensis: una especie más especializada, con dientes diseñados para atrapar peces pequeños con precisión.
- Una especie de raya emparentada con Ptychotrygon cf. triangularis, reconocida por sus dientes triangulares, adaptados para triturar moluscos. Esta es la primera evidencia de esta familia de batoideos en Colombia.
Los dientes fósiles revelan una sorprendente diversidad y adaptación de estas especies al ambiente marino del Cretácico Superior. Además, confirman que muchas de ellas eran cosmopolitas, es decir, que tenían una distribución geográfica muy amplia, desplazándose entre las antiguas aguas que hoy corresponden a Colombia, México, Estados Unidos y Europa.
“El hallazgo de estas especies en Colombia cambia la forma como entendemos la evolución de los ecosistemas marinos en Sudamérica y su conexión con otros continentes. Nos demuestra que hace millones de años existía una red oceánica que permitía el tránsito de fauna marina a través de diferentes regiones”, indicó el geólogo Ortiz.
Las rocas donde se hallaron los fósiles se formaron en el fondo de ese antiguo mar. Durante millones de años, capas de sedimentos se fueron acumulando, atrapando restos de los animales marinos y permitiendo su preservación como fósiles. Gracias a esta formación geológica, hoy se pueden estudiar detalles anatómicos de especies extintas, comprender su comportamiento y establecer relaciones entre continentes alejados por el tiempo y la geografía.
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Más allá de su impacto científico, el descubrimiento tiene implicaciones para el patrimonio natural y cultural del país. Estos fósiles, que permanecieron ocultos por millones de años bajo la superficie de Tolima y Huila, revelan la riqueza paleontológica de la región y abren nuevas posibilidades para el desarrollo de la investigación, el turismo científico y la educación ambiental.
Ortiz Fernández, quien desde niño mostró una pasión por la paleontología coleccionando figuras de animales prehistóricos, expresó su entusiasmo por contribuir con estos hallazgos. “Es un sueño hecho realidad. Poder aportar al conocimiento de nuestro país y revelar parte de su historia geológica es una enorme satisfacción”, afirmó.
Con este descubrimiento, Colombia se suma al grupo de países con evidencia fósil relevante del Cretácico marino, consolidando al centro y sur del país como territorios de gran potencial para futuros estudios paleontológicos. Las próximas investigaciones buscarán identificar más restos y precisar el alcance de este antiguo mar que, hace millones de años, fue hogar de algunos de los depredadores más formidables del planeta.








