Hemos sido reiterativos desde esta casa editorial, que la sana intencionalidad que ha tenido el gobierno nacional para buscar el sendero de la paz total con todos los actores generadores de violencia en el país empieza a generar dentro del gobierno la más grande desilusión, porque el fracaso que ha tenido, ad-portas de cumplir los 33 meses de la posesión del primer mandatario de los colombianos. No se están negociando con los angelitos de la guarda. Por el contrario, las mesas de diálogo que se implementaron con estas organizaciones narcoterroristas, lo que han buscado es que el Estado suspenda todo el accionar ofensivo de las Fuerzas militares y de la Fuerza Pública. Por eso el debilitamiento progresivo que han presentado, porque se capacidad de respuesta ha sido a la defensiva. Resultado de lo anterior, es el avance de la presencia territorial de estos grupos criminales en la mayoría de los territorios de Colombia.
El reto que emprendió el ejecutivo ha sido muy difícil por mantener un diálogo serio y coherente con la realidad nacional, generaron expectativas optimistas entre la población. Pero sus resultados han sido un fracaso rotundo. Estos grupos subversivos, nunca han querido la paz, ni someterse a la institucionalidad. Todo es anarquía y violencia. Incluso le han sacado en cara, que les ayudó a elegirlo y a consolidar el triunfo electoral que lo llevó a la presidencia. La respuesta ha sido otra. Los combates que ocurrieron entre el grupo armado organizado residual (GAO) Jorge Suárez Briceño y 34 soldados del Batallón de Infantería N° 19 Joaquín París, provocaron un desastre por los resultados negativos obtenidos. Los insurgentes, al mando de alias “Calarcá”, emboscaron a los militares cuando se dirigían a San José del Guaviare. Fueron masacrados salvajemente 7 integrantes del ejercito y secuestraron a seis soldados. Lo reprobable es que el año anterior en carreteras de Antioquia, fueron capturados los lideres de esta organización narcoterrorista y al día siguiente, el presidente de la Repúblico ordenó su inmediata excarcelación.
Y como si fuera poco, hace 15 días el gobierno nacional ordenó cesar el accionar de los organismos de seguridad contra estas estructuras narcoterroristas hasta el 18 de mayo. La sociedad colombiana, se encuentra sorprendida con el actuar del ejecutivo, en seguir brindándole todo el respaldo a estos criminales que tienen atemorizados a las familias y a los empresarios del país. Inclusive durante esta tregua, ha aumentado su presencia delincuencial en otros cinco departamentos. En los últimos 15 días, han masacrado a 18 uniformados en varias regiones del país. Y ¿todavía les siguen creyendo la voluntad de paz a estos criminales? Absurdo. Si piensan que van a obtener las mayorías en las próximas justas electorales, les recomendamos que sus candidatos vayan a ejercer su campaña proselitista en esas regiones a ver si tienen aceptación.







