Industria manufacturera impulsa la demanda mientras hogares y comercios reducen su consumo
DIARIO DEL HUILA, ECONOMIA
El consumo de energía eléctrica en Colombia mostró un comportamiento mixto durante el mes de marzo de 2025. Mientras que los hogares y pequeños negocios redujeron su demanda, sectores industriales como la manufactura presentaron un notable crecimiento. Así lo reveló el más reciente informe sobre la demanda energética nacional, que registró una leve disminución del 0,80 % en el consumo general frente al mismo mes del año anterior.
En cifras totales, en marzo de este año se demandaron 7.051,48 gigavatios hora (GWh) de energía eléctrica, en comparación con los 7.107,40 GWh del mismo mes de 2024, lo que representa una disminución de 56 GWh en la red nacional. Asimismo, en el acumulado del primer trimestre del año se reporta una caída del 0,11 % en la demanda eléctrica, señal de un comportamiento moderado en el consumo energético del país.
Caída en el consumo residencial
Uno de los datos más significativos del reporte es la caída en el consumo del mercado regulado, es decir, hogares y pequeños comercios, el cual descendió 1,72 %, equivalente a 50,55 GWh menos. Este retroceso podría estar relacionado con medidas de ahorro energético impulsadas por campañas gubernamentales, el impacto del fenómeno de El Niño o una reducción general en el poder adquisitivo de los hogares, que limita el uso de electrodomésticos y sistemas de climatización.
A pesar de esta disminución en el sector residencial, el mercado no regulado, compuesto por grandes consumidores como la industria y el comercio, presentó un crecimiento del 1,26 %, es decir, 54,47 GWh adicionales en comparación con marzo del año anterior. Esto indica un comportamiento divergente entre los diferentes sectores de la economía.
La industria manufacturera toma protagonismo
En el análisis por actividad económica, el sector de las industrias manufactureras sobresale con un incremento del 5,92 % en su consumo energético. Este comportamiento sugiere una mayor actividad en las líneas de producción industrial, lo que podría estar asociado con el repunte de la demanda interna o la reactivación de procesos de exportación.
En contraste, el sector que más redujo su consumo fue el de construcción, alojamiento, información y comunicaciones, con una caída del 12,55 %, reflejando una contracción en estas actividades, posiblemente debido a la baja inversión en infraestructura o al freno en algunos desarrollos inmobiliarios y turísticos.
Comportamiento por regiones
El informe también revela una marcada diferencia en el comportamiento regional del consumo energético. Las regiones del Centro del país y la zona Caribe fueron las únicas que registraron un incremento en la demanda, con aumentos del 2,11 % y 1,37 %, respectivamente. Este crecimiento podría estar relacionado con el dinamismo comercial y turístico en ciudades como Bogotá, Barranquilla y Cartagena.
Por otro lado, las regiones donde más cayó el consumo de energía fueron Tolima, Huila y Caquetá, con una caída promedio del 10,26 %, y el Valle del Cauca, con un descenso del 6,5 %. Estas cifras podrían estar asociadas con las condiciones climáticas extremas que han afectado los caudales hídricos y la generación hidroeléctrica, así como a una desaceleración de la actividad económica en esos departamentos.
Perspectivas a corto plazo
Aunque el país mantiene una demanda energética relativamente estable, las autoridades del sector eléctrico y energético continúan monitoreando los efectos del fenómeno de El Niño, el cual podría presionar tanto la oferta como la demanda de energía en los próximos meses. Además, el comportamiento de los diferentes sectores económicos será determinante para establecer si esta tendencia a la baja en el consumo residencial se mantiene o se revierte a medida que se estabilizan las condiciones climáticas y económicas.
Mientras tanto, los industriales parecen estar ganando terreno en el consumo energético, lo que puede ser interpretado como una señal de recuperación en algunos frentes productivos. Sin embargo, la disminución del consumo en los hogares es una alerta que podría reflejar ajustes económicos en los gastos cotidianos de las familias colombianas.
