La ONU advirtió que el avance hacia la cobertura sanitaria universal se ha estancado en todo el mundo, mientras aumentan las desigualdades y millones enfrentan gastos médicos catastróficos.
DIAIO DEL HUILA, SALUD
A pesar de que la esperanza de vida ha aumentado en muchas regiones del mundo durante las últimas décadas, un nuevo informe de las Naciones Unidas (ONU) revela una preocupante realidad: el progreso hacia la cobertura sanitaria universal se ha estancado. Mientras las desigualdades en salud se profundizan, el llamado de la organización internacional a los Gobiernos es claro: se deben aumentar de forma urgente las inversiones públicas en salud para garantizar el acceso equitativo a servicios esenciales y prevenir una mayor crisis humanitaria.
El informe fue presentado durante el 58.º período de sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU, celebrado del 7 al 11 de abril de 2025 en Nueva York. En él, se expone que, a pesar de algunos logros alcanzados desde el año 2000 —como la disminución del VIH, la reducción en la mortalidad infantil y el descenso en el consumo de tabaco—, los últimos diez años han sido menos alentadores, con retrocesos significativos en áreas claves de la salud global.
La paradoja del progreso: más esperanza de vida, menos acceso equitativo
Desde el año 2000, África ha registrado un aumento de más de 10 años en la esperanza de vida, mientras que Asia Meridional ha logrado más de 9 años de incremento. Estas cifras evidencian avances significativos, sin embargo, el informe aclara que estos progresos no han sido acompañados por un fortalecimiento de los sistemas de salud, especialmente en las regiones más vulnerables.
Durante la última década, la mortalidad materna ha dejado de disminuir, los avances en la reducción de la mortalidad infantil se han frenado y enfermedades como la obesidad, la diabetes, la demencia y los trastornos mentales van en aumento, incluso en países de ingresos medios y altos.
“El mundo enfrenta una encrucijada. Las desigualdades en salud se amplían y la cobertura sanitaria universal parece una meta cada vez más lejana, especialmente para las poblaciones más pobres y marginadas”, señala el documento.
Gasto catastrófico y sistemas frágiles
Uno de los aspectos más alarmantes del informe es el concepto de “gasto sanitario catastrófico”, definido como aquel en el que los hogares destinan el 40 % o más de su capacidad de pago a cubrir servicios médicos. Esta situación ha empeorado en los últimos años, afectando directamente a millones de personas que deben decidir entre acceder a atención médica o satisfacer otras necesidades básicas.
Asimismo, la ONU advierte que las recientes crisis sanitarias —incluida la pandemia de covid-19— evidenciaron la fragilidad de los sistemas de salud pública, incluso en países desarrollados. Las carencias en infraestructura, personal médico, acceso a medicamentos y capacidades de respuesta rápida han provocado morbilidades innecesarias y muertes evitables.
Un llamado urgente a los Gobiernos
Ante este panorama, el Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un llamado enfático a los Gobiernos del mundo para que aumenten de forma sustancial las asignaciones presupuestales destinadas a la salud pública. “La cobertura sanitaria universal es alcanzable, incluso en naciones con bajos ingresos, si se destinan recursos adecuados y se fortalecen las capacidades humanas y tecnológicas del sistema de salud”, afirmó Guterres.
Entre las recomendaciones del informe destacan la contratación y retención de personal sanitario mediante salarios competitivos, el fortalecimiento del rol de las comadronas y profesionales en salud mental, y la formación de agentes comunitarios que actúen como primera respuesta ante emergencias.
Un dato que preocupa especialmente es que el 47 % del personal sanitario mundial atiende actualmente al 22 % de la población global, lo que pone en evidencia una profunda desigualdad en la distribución del talento humano en salud.
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Innovación y eficiencia: claves para avanzar
El informe también promueve el uso de tecnologías innovadoras para mejorar el acceso y la calidad de la atención médica. En este sentido, la digitalización, la implementación de sistemas de telemedicina y el uso de herramientas diagnósticas más precisas podrían desempeñar un papel clave en el cierre de las brechas.
Además, se subraya la necesidad de aplicar políticas de contención de costos, como el uso masivo de medicamentos genéricos, la regulación de precios, la mejora de la eficiencia en las compras públicas, la prevención del desperdicio de recursos y la lucha contra el fraude en el sector salud.
Una mirada integral al ciclo de vida
Finalmente, la ONU destaca la importancia de adoptar un enfoque integral del ciclo de vida en materia de salud: desde inversiones tempranas en pediatría y promoción de hábitos saludables en la adolescencia, hasta garantizar atención preventiva y tratamientos adecuados durante la adultez y la vejez.
“La salud debe ser un derecho garantizado en todas las etapas de la vida, no un privilegio condicionado por el nivel de ingresos o la geografía”, concluye el informe.
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