Es preocupante la alerta sanitaria promulgada por el Ministerio de Salud, por el incremento del número de pacientes enfermos de fiebre amarilla en algunos departamentos del país. Durante los dos últimos dos meses, se han visto pacientes acudiendo a los centros hospitalarios, lo cual obliga a las autoridades a desarrollar campañas de prevención y fumigación en los sectores poblacionales más vulnerables, para evitar la propagación del mosquito, que es el causante de generar este caos en la salud de las familias. Infortunadamente se han presentado fallecimientos por esta causa, por el descuido de las familias para atender oportunamente las recomendaciones oficiales, que se han intensificado últimamente por la propagación de este virus que está afectando el bienestar de las familias que residen, especialmente en el sector rural. Recodemos que esta enfermedad es mortal. Igualmente, debemos vacunarnos. El Estado Colombiano han estructurado más de 200 centros de vacunación, para facilitarles a los viajeros y habitantes que acudan para que puedan inmunizarse. No nos podemos descuidar. Las personas que visitan estos sitios deben utilizar algunos repelentes de mosquitos y si pernoctan, deben usar toldillos. Son simples recomendaciones que nos pueden salvar nuestras vidas.
El Gobierno Nacional declaró emergencia sanitaria por la circulación activa de este virus en varias regiones. La epidemióloga Silvana Zapata Bedoya, presidenta de la Asociación de Epidemiología de Colombia, cree que hay varias acciones claves para que la fiebre amarilla no se acerque a las fronteras urbanas, ni periurbanas, es decir, las zonas de transición entre el área urbana y el entorno rural, como ocurren en algunos municipios del país. Una fundamental, claro, es vacunar a la población antes de que tenga contacto con el virus. Gran parte de los esfuerzos del Gobierno han estado dirigidos a los mayores de 59 años. Como la vacuna contra la fiebre amarilla solo empezó a ser obligatoria desde 2002, han detectado que una porción de grupo no tiene inmunidad. Incluso se han ampliado a otros grupos poblacionales, para buscarle un cerco a este virus que pueden desencadenar efectos mortales.
Algunos expertos consideran que los monos (primates) son los principales transmisores de este virus. Por tal motivo, es importante que se incremente la vigilancia de epizootias es una necesidad urgente, en zonas donde habitan estas especies animales y que pueden estar en contacto con seres humanos. Es clave que se creen equipos multidisciplinarios, donde se incorporen biólogos, para que contribuyan a reportar a los primates enfermos. Lo anterior, nos permite reiterar que estos monos también son víctimas del brote. No hay que estigmatizarlos ni causarles daño. Hay que informar a las autoridades. La sociedad colombiana, espera que el gobierno nacional no decrete otra emergencia económica con el sofisma de aumentar los ingresos tributarios del país. El desespero fiscal por el aumento irracional de los gastos de funcionamiento está generando esta posibilidad alcabalera.
