Por Johan Steed Ortiz F.
Querido Dios:
Esta semana en la que millones de colombianos conmemoramos la fe, muchos también elevamos oraciones por un país que clama justicia, coherencia y verdad. Que esta sea una semana de reflexión, pero también de responsabilidad. Que quienes gobiernan desde la Casa de Nariño hasta los despachos municipales dejen de lado los cálculos mezquinos y abracen la reforma social y política que el país necesita.
Que la corrupción no se celebre con aplausos ni contratos, y que las cárceles no sigan siendo el sitio de descanso de los ladrones de cuello blanco. Que la paz no sea una ilusión, ni la guerra un negocio de eternos intermediarios.
Que no haya más ciudadanos de primera y segunda clase, y que seamos capaces de entender que todos valemos lo mismo, sin ponernos etiquetas ni discriminar por lo que somos o creemos.
Señor, te rogamos que en Colombia y especialmente en el Huila lo único que realmente disminuya sea la mentira de los discursos, el engaño disfrazado de políticas públicas, y la polarización que tanto les sirve a algunos para seguir en el poder, mientras el ciudadano de a pie se pelea entre sí.
Y frente a esta realidad nacional, también es necesario mirar hacia lo local. Porque el Huila con sus problemas de salud, de vías, de educación y de empleo no puede permitirse seguir bajo el piloto automático de administraciones desconectadas de la gente y de la realidad.
En Neiva, te pedimos señor que ilumines al alcalde… aunque sea con linterna, porque con tanto apagón institucional ya no se le ve el rumbo. Ayúdalo para que escuche más, ¡claro está! Si no está muy ocupado en sus redes sociales. Permítele que actúe con transparencia, que no le tema al disenso y que recuerde que el poder no es para siempre, y menos para amenazar, sino para servir.
Pero sobre todo ayúdalo a reflexionar. Que entienda que, si le quedó grande gobernar, o no encuentra el rumbo, escuche a los que le hacemos crítica constructiva, pues solo así podrá tener un panorama distinto de lo que debe hacer. Él debe entender Señor, que gobernar no es callar la crítica, es escuchar y responder. Y, sobre todo, ayúdalo Señor para que entienda que Neiva no necesita un influencer, sino un alcalde con autoridad.
Por eso, ante este departamento que lucha por despertar, propongo seguir la versión ciudadana de los “diez mandamientos” para una democracia más digna según la congresista Katherin Miranda:
1.NO tendrás a un político como Dios.
2.RESPETARÁS a quien piensa diferente.
3.NO modificarás encuestas.
4.NO culparás a otros por tus responsabilidades.
5.TU voto NO será un cheque en blanco.
6.NO te dejarás comprar por una lechona y un tamal.
7.NO compartirás noticias falsas.
8.RESPETARÁS la democracia.
9.NO permitirás más obras inconclusas
10.NO codiciarás los bienes ajenos.
Porque solo así con una ciudadanía despierta, crítica y consciente podremos transformar el Huila y el país. No desde la resignación, sino desde la acción y con la ayuda de Dios.
Porque en el Huila, sí hay mucho por hacer en Semana Santa: reflexionar, exigir, despertar… y empezar a limpiar el templo de la politiquería disfrazada de gestión.








