Durante una cena de recaudación de fondos organizada por el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC), el presidente Donald Trump intensificó su discurso comercial, anunciando nuevas medidas arancelarias contra productos provenientes de China y afirmando que líderes de varios países están haciendo fila para negociar con su gobierno.
“China quiere hacer un acuerdo desesperadamente, pero no sabe cómo empezarlo”, expresó el mandatario en su intervención ante donantes republicanos, en la que también reveló que firmó una orden ejecutiva que permitirá imponer aranceles más altos sobre productos de bajo valor importados desde el país asiático. Además, anticipó la aplicación de nuevos impuestos a productos farmacéuticos, que serán anunciados “muy pronto”.
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Con un tono desafiante, Trump aseguró que su política de presión mediante aranceles está dando resultados. “Les digo, estos países nos están llamando para besarme el trasero”, comentó el mandatario, en alusión a la supuesta disposición de líderes extranjeros por alcanzar acuerdos bilaterales con Washington.
El mandatario también insistió en que su administración está negociando lo que denominó “acuerdos a medida”, los cuales –según dijo– son distintos a los tradicionales tratados multilaterales. “No son a la carta, son a medida, muy a medida”, subrayó, al referirse a las conversaciones en curso con delegaciones de Japón, Corea del Sur y otras naciones.
Paralelamente, el gobierno de Canadá informó que aplicará nuevos aranceles a ciertos vehículos importados desde Estados Unidos, como respuesta a las más recientes decisiones de Washington, en un nuevo capítulo de la escalada comercial global.
Este anuncio se da en medio de una creciente tensión por la guerra comercial que Estados Unidos sostiene con China y otros socios.
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