El Gobierno presentó la propuesta de regulación para la asignación de áreas destinadas a la exploración y explotación de hidrógeno blanco en el país.
El Ministerio de Minas y Energía presentó el proyecto de Resolución “Por la cual se establecen los mecanismos de asignación de áreas, se definen los requisitos y condiciones para la implementación de proyectos para los estudios de evaluación y exploración, y explotación del hidrógeno blanco y otros gases o sustancias asociadas”, el cual fue puesto a disposición de ciudadanos, comunidades e interesados del sector energético para recibir comentarios hasta el 17 de abril de 2025.
El anuncio se dio en el marco del Cuarto Congreso Internacional de Hidrógeno, organizado por la Asociación de Hidrógeno de Colombia y el Consejo Mundial de Energía (WEC Colombia), espacio en el que se discutieron las oportunidades, retos regulatorios, infraestructura y financiamiento necesarios para desarrollar el ecosistema del hidrógeno en el país.
“Estamos avanzando en la identificación de los agentes de la cadena de valor del hidrógeno y en la regulación necesaria para su implementación», aseguró Juan Camilo Zapata, líder del Grupo de Hidrógeno del Ministerio de Minas y Energía, durante su intervención en el evento.
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¿Qué es el hidrógeno blanco?
El hidrógeno blanco –también conocido como hidrógeno geológico– es una Fuente No Convencional de Energía Renovable (FNCER) que se genera naturalmente a través de procesos geológicos en la corteza terrestre. Se puede encontrar como gas libre, disuelto en aguas subterráneas o contenido en rocas, y aparece en sistemas hidrotermales, géiseres, gases volcánicos, o incluso en capas oceánicas.
Este tipo de hidrógeno es especialmente valorado por ser económicamente más viable, tener una huella de carbono nula o negativa y ofrecer una fuente de energía potencialmente ilimitada.
Uno de los aspectos más destacados del proyecto regulatorio –que cuenta con siete títulos y 54 artículos– es la inclusión de las comunidades locales en las zonas donde se desarrollen los proyectos de evaluación, exploración y explotación.
Según el documento, las comunidades podrán abastecerse directamente del hidrógeno extraído, transformándolo en energía o en productos derivados para el uso industrial o el desarrollo de iniciativas productivas regionales.
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