Diario del Huila

Studio Ghibli y la adopción de la Inteligencia Artificial

Abr 3, 2025

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La década de los 2000’s (2000-2010) cambió para siempre la relación entre los humanos y la tecnología. Mientras plataformas como Youtube, Facebook, Messenger e Instagram se consolidaban a lo largo de los continentes, irrumpiendo en todas las aristas de la sociedad, el debate sobre la desconexión humana que conlleva la hiperconexión aumentaba casi a la misma velocidad de estos desarrollos.

Hoy, viendo la ventaja que la tecnología logró sobre nosotros al posicionarse y alterar nuestras antiguas costumbres sociales, reflexiono sobre cómo el nuevo gran desarrollo tras el Internet, que es la Inteligencia Artificial, recorre los mismos pasos que en el pasado hicieron las redes sociales, convirtiéndose en una herramienta indispensable en el día a día de la sociedad global.

La semana pasada las redes sociales, que hoy son el espacio soberano que une a todas las culturas, se inundaron de fotos animadas bajo un diseño que se conoce como el Studio Ghibli. Aunque hemos normalizado la impactante velocidad con la que se posicionan las tendencias digitales, no pude evitar sorprenderme sobre cómo en cuestión de horas más de 200 millones de personas adoptaron esta moda digital siguiendo el innecesario deseo de transformar imágenes personales en animaciones japonesas.

Pero más allá de la moda y las tendencias, la rapidez con las que estamos adoptando nuevas costumbres refleja para mí un hecho más significativo, y es la masiva capacidad con la que la Inteligencia Artificial está llegando al público global, especialmente aquellos tradicionalmente alejados del mundo digital.

Hoy en día ver generaciones alejadas de la tecnología utilizar GPT con tanta fluidez me hace comprender que la IA ha llegado por fin a su punto de no retorno, en el cual logró tatuarse de manera inamovible en las costumbres sociales actuales.

En lugar de desconectarnos, las tendencias nos unen entorno a la viralidad y el deseo colectivo de participar en la ola del momento liberando oxitocina y serotonina en nuestros cerebros. Y esta particular edición estilo Ghibli desató no solo memes, sino también un acercamiento masivo a tecnologías avanzadas como la IA generativa que hasta hace pocos días eran mucho, pero mucho más desconocidas. En menos de una semana, millones de personas sin interés previo en tecnología comenzaron a interactuar con interfaces que hasta hace poco eran exclusivas para un público especializado, y es por esto que en cuestión de unos años, el mundo será un lugar muy diferente al que vivimos hoy, tal como pasó entre 1995 y 2005 con la consolidación global del Internet y las redes sociales.

Lo que vivimos ahora es apenas el inicio de una transformación más profunda que impactará drásticamente las dinámicas sociales y laborales tal y como las conocemos. Mucho se habla sobre los puestos de trabajo que se perderán o los procesos que inevitablemente serán automatizados por la Inteligencia Artifical. Todos argumentan como las labores estandarizables, se automatizarán, y como las labores que ellos realizan hoy, no se pueden automatizar del todo con inteligencia artificial. Y entendiendo su miedo a profundizar, a mi parecer, la discusión debería llevarse hacia un punto aún más profundo, y es que el objetivo final de la IA es demostrar que ningún ser humano es indispensable.

Sé que este punto puede sonar conspirativo, pero reconocer que todos seremos con certeza reemplazables nos obliga a replantear lo que verdaderamente nos representa como seres humanos ante la sociedad, que desde la revolución industrial permanecía siendo nuestra actividad laboral y nuestros estudios académicos. Las habilidades técnicas, profesionales y académicas, si bien ya lo han hecho, perderán aún más su relevancia en lo que nos define como personas, ya que con seguridad en unos años cualquier inteligencia artificial será capaz de realizar todo tipo de tareas en formas mucho más eficientes.

Y aunque algunos seguirán permaneciendo negativistas ante esta realidad, para mí resulta inocultable. ¿Y qué nos quedará a los humanos? Precisamente lo que la IA no puede replicar fácilmente, por lo menos ahora, que es nuestra autenticidad, nuestra personalidad única y esa improvisación netamente humana que nos permite conectar emocionalmente con otros.

El futuro que ocurrirá en las próximas décadas traerá consigo una redefinición clara de lo que nos caracteriza individualmente y cómo nos presentamos ante la sociedad.

Cuando miremos hacia atrás en unos años, estas tendencias camufladas en memes como Studio Ghibli serán recordadas como el comienzo de la adopción masiva de tecnologías que hoy consideramos lejanas o imposibles, como en su momento sucedió con el BlackBerry PIN o los zumbidos de Messenger.  

Y como la fuerza de la tecnología ya nos ha superado, y desde mi punto de vista no hay vuelta atrás, lo que nos corresponde cuestionarnos es qué características nos define individualmente más allá de lo que la tecnología pueda suplir, y cómo enfocarnos en potenciar estas.

Con el aroma de un café auténtico, los saludo,

Santiago Ospina López.

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