Un artefacto explosivo de fabricación artesanal fue detonado contra una bodega de la empresa Incihuila, especializada en la recolección, almacenamiento y disposición final de residuos sólidos hospitalarios. El hecho ocurrió en la calle 11 con carrera séptima del barrio 7 de Agosto, en la comuna 5 de Neiva.
El coronel Héctor Betancourt Rojas, comandante de la Policía en Neiva, explicó que el artefacto utilizado fue de baja intensidad y de fabricación artesanal. «El explosivo cayó en el techo de la bodega que almacena productos de aseo», indicó. El ataque ocurrió en la calle 11 con carrera séptima, en la comuna 5 de la ciudad, justo en la madrugada, cuando el lugar se encontraba vacío.
El Temor en la Comunidad
Vecinos del sector relataron que la detonación fue tan fuerte que los despertó en plena madrugada. «Fue un estruendo grande que nos asustó a todos», comentó un habitante del barrio. Otro testigo agregó: «El susto fue grande, pero por fortuna no hubo heridos ni afectaciones graves en las viviendas cercanas».
Aunque las autoridades aún no han identificado a los responsables, no se descarta la participación de grupos armados ilegales, posiblemente disidencias de las Farc. Se cree que este tipo de acciones buscan generar zozobra en el sector comercial con fines extorsivos.
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Este ataque se suma a un incidente ocurrido el 15 de febrero pasado, cuando un explosivo fue dejado en un contenedor de basuras en el centro de Neiva, aunque en esa ocasión fue desactivado a tiempo por las autoridades.
Investigación en Curso
El Gaula de la Policía y el Ejército Nacional están liderando las investigaciones, recabando información de testigos y realizando labores de inteligencia para dar con los responsables. Según el coronel Betancourt, los atacantes huyeron rápidamente en motocicletas tras lanzar el artefacto. «Invitamos a los ciudadanos a seguir suministrando información que nos permita esclarecer este tipo de sucesos», añadió el comandante.
Este ataque es el segundo de su tipo en menos de dos meses, y pone de relieve las crecientes preocupaciones de seguridad en la región. En marzo de 2024, en la misma bodega de Incihuila, la Policía desactivó otro explosivo colocado por desconocidos. Las autoridades locales siguen trabajando para garantizar la seguridad en Neiva, mientras que la comunidad observa con inquietud los avances en la investigación.
Este tipo de actos violentos refuerzan la urgencia de medidas más contundentes para frenar la violencia y las intimidaciones de grupos armados ilegales, quienes continúan utilizando el miedo como una herramienta de control y extorsión. La ciudad espera respuestas claras y acciones decididas para garantizar la seguridad de sus habitantes.
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