Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Tuve la oportunidad de asistir al Congreso Regional para Pacientes, Familias, Cuidadores del Cáncer, cuyo lema “Más allá de una enfermedad, una Experiencia de Vida”, que se desarrolló el viernes anterior en el auditorio Reynaldo Polanía de la Universidad Cooperativa de Colombia de la ciudad de Neiva, invitado por el distinguido Senador de la República, Carlos Julio González Villa, quien realizó una intervención académica sobre esta temática. Ha sido el primer congresista que ha estado defendiendo la implementación de políticas públicas en el país, tendientes a contrarrestar este flagelo que afectó a 8.576 personas el año anterior en el Huila, de acuerdo con las estadísticas oficiales de la Secretaría de Salud Departamental. La opinión pública lo destaca ampliamente a través de los principales medios de comunicación porque ha sido el gestor y creador del Año Legislativo contra el Cáncer en el país. Mediante la conferencia que orientó en este magno evento, titulada “Reescribiendo el guion de vida”, expresó que actualmente poseemos autonomía, roles, narrador interno, entrenamiento para la interpretación, editor y asumimos la toma de decisiones, ante tales desafíos para contrarrestar esta enfermedad mortal. Somos emociones que caminamos.
El psicólogo, periodista y escritor estadounidense. Daniel Goleman, adquirió fama mundial a partir de la publicación de su libro Emotional Intelligence (en español Inteligencia emocional) en 1995, el cual afirma que “Si no controlas tus habilidades emocionales, si no eres capaz de controlar tus emociones estresantes, si no puedes tener empatía y relaciones afectivas, entonces no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar lejos”. Totalmente de acuerdo como lo correlacionó el exgobernador Carlos Julio González Villa, con el mal del siglo que lo padecen millones de personas en el mundo. Personalmente considero que cuando una persona no es capaz de controlar sus emociones, puede padecer de las denominadas enfermedades psicosomáticas (estrés, envidia, rabia, ira, entre otras expresiones), que les pueden disminuir las defensas y por lo tanto se vuelve propicio para que sufra de cáncer. La importancia de vivir feliz, manteniendo buenas relaciones interpersonales, ser solidario con sus semejantes en caso de una necesidad, armoniza y coloca en equilibrio todas sus emociones, que contribuyen a tener una actitud positiva y optimista en la vida. Por tal motivo, me identifico totalmente con lo expresado por el Senador huilense. Todo se produce en la interacción. La verdadera tranquilidad surge cuando la mente deja de resistirse a lo inevitable. Sabias palabras. Así podemos alcanzar la serenidad absoluta.
Todos los asistentes a este magno evento académico destacaron la labor legislativa que ha venido desarrollando en el congreso de la República, con el fin de focalizar la atención del Estado Colombiano sobre la importancia de aglutinar sinergias interinstitucionales, para prevenir y brindarles una atención científica y humana a los pacientes que sufren de esta enfermedad, que si se detecta oportunamente, el sistema Nacional de Salud, puede brindarle toda la atención necesaria para salvarles su vidas. En otra columna que escribiré posteriormente a través de esta tribuna de opinión, aportaremos nuevos elementos de juicio para contribuir a la discusión y debate con la comunidad científica tendiente a minimizar los riesgos a la población susceptible de padecer este mortal mal.
