Por fin el Dane publicó esta semana su informe de ‘Estadísticas vitales’ con unos resultados que no pueden pasar inadvertidos. Se trata de la medición de los nacimientos y las defunciones correspondientes al año pasado en Colombia. En 2024 nacieron en el territorio nacional 445.011 bebés, representando una disminución del 13,7 por ciento en comparación con el dato de 2023 y un 32,7 % menos respecto al año 2015, siendo el volumen más bajo reportado en la última década. Esta cifra consolida una tendencia en la que los alumbramientos registran siete años consecutivos en caída. La tasa general de fecundidad mide los nacimientos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 49 años y se ubicó en 32,0. Esto refleja una disminución de 21,3 nacidos vivos respecto al 2015. La buena noticia es que la mayor reducción de embarazos se presentó en el grupo de adolescentes de 15 a 19 años, con una caída del 51,1 %. La cifra representa 33,8 nacimientos menos por cada 1.000 mujeres en 2024 frente a 2015. Lo anterior se preveía. Este fenómeno demográfico se está reflejando en el resto de los países del mundo. Para los analistas económicos, hoy tener un hijo, representa mayores responsabilidades sociales y económicos. La difícil situación en que se encuentran sumidas las familias colombianas, cuya tendencia es el empobrecimiento acelerado que actualmente presentan, desestimulan a las nuevas generaciones a procrear nuevos seres humanos.
Por tal motivo, dichas estadísticas promulgadas por el Dane, así lo reflejan. Estos resultados le permiten al Estado, la formulación de políticas de desarrollo económico y social, empleo, vivienda, salud pública y bienestar social, migración y otros campos más que son de responsabilidad del gobierno. La caracterización del censo permite concluir que mientras la cantidad de jóvenes disminuye, la participación de las personas mayores dentro del total de la población se incrementa. Es una tendencia contraria a la que mostraban las pretéritas proyecciones. Lo anterior quiere decir que hay menos población joven de la que se creía tener y estamos envejeciendo mucho más rápido que antes. En tres décadas empezaremos a ser un país de viejos.
De hecho, hace 24 años, por cada 100 jóvenes de menos de 15 años había solo 25 adultos mayores. El pasado Censo poblacional empezó a reflejar que esa proporción subió a 40,38 adultos mayores. Aunque el envejecimiento es una tendencia mundial y Colombia no ha escapado a ella. De acuerdo con los datos, a nivel mundial, este año la población mayor de 65 años va a ser más grande que la población menor de cinco años en el promedio de todos los países. Lo anterior obliga al Estado a responder con contundencia con una política pública para favorecer a este rango de población y fortalecer la inclusión de la población mayor.
