El presidente Gustavo Petro anunció una ambiciosa iniciativa para enfrentar la contaminación urbana a través de la renovación tecnológica del transporte público.
El mandatario explicó que el Gobierno nacional busca implementar un programa prioritario de financiamiento, basado en una tecnología administrativa financiera denominada Confis, que permita la compra de buses diésel de las principales ciudades del país, incluida Bogotá, para reemplazarlos por tranvías eléctricos o buses eléctricos. Según Petro, la tecnología actual permite avanzar en esa transformación que, además de modernizar la movilidad urbana, contribuiría a reducir significativamente los niveles de contaminación.
“Estamos buscando un programa prioritario que, a través de una tecnología administrativa financiera, que son los Confis, nos permitan financiar desde el Gobierno nacional la compra de los buses diésel de las grandes ciudades de Colombia, incluida Bogotá […] para que se transformen en tranvías eléctricos o en buses eléctricos”, afirmó el presidente.
En su discurso, Petro fue enfático al señalar que el transporte público masivo es la verdadera solución para la congestión urbana, al tiempo que cuestionó la ampliación de avenidas como estrategia para combatir el tráfico.
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Contaminación del aire: Un enemigo más letal que la violencia en Colombia
El presidente reveló datos alarmantes sobre el impacto de la contaminación atmosférica en la salud pública del país. Según cifras presentadas por Petro, mueren 34 colombianos por cada 100.000 habitantes debido a enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, un número superior al de muertes por homicidios, a pesar de que Colombia continúa teniendo una de las tasas de asesinatos más altas del mundo.
“El aire que respiramos nos mata más que la violencia en Colombia. Tanto los muertos de la violencia como los muertos del aire mueren por codicia. […] En las causas de la contaminación del aire no hay razones naturales. No se le puede echar la culpa a la humanidad o al pueblo de Colombia”, subrayó Petro.
Puso como ejemplo a Cartagena, destacando que, a pesar de estar rodeada de agua, la ciudad utiliza principalmente buses diésel y taxis impulsados por combustibles fósiles. Según Petro, el uso intensivo de vehículos particulares en Cartagena, que podrían reemplazarse por sistemas de transporte más limpios, contribuye a la degradación ambiental.
Transición energética y cambio climático
Durante su exposición, el presidente relacionó la problemática de la contaminación del aire con la crisis climática global y la dependencia del uso de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas. Petro calificó a estos recursos como la “energía del capital”, que genera ganancias pero amenaza la supervivencia de la humanidad.
“¿Entonces qué vamos a hacer? ¿Cuál es la reacción humana a la posibilidad de su extinción? El multilateralismo ha quedado gravemente herido para resolver el problema”, advirtió, señalando la ineficacia de los acuerdos internacionales para mitigar el cambio climático.
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