Las recientes políticas comerciales implementadas por la administración de Donald Trump han comenzado a afectar a los exportadores colombianos que dependen del mercado estadounidense. La intensificación de las inspecciones aduaneras y los nuevos controles han generado demoras, sobrecostos y preocupaciones en sectores clave como el café y las flores, golpeando el comercio exterior del país.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia, con exportaciones que en enero alcanzaron los 1.159 millones de dólares. Sin embargo, las medidas proteccionistas impulsadas por el presidente Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero han puesto en aprietos a los exportadores colombianos, quienes enfrentan nuevas barreras que impactan sus costos y tiempos de operación.
Desde el inicio de 2025, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) ha intensificado las revisiones a la mercancía proveniente de Colombia, generando demoras en los procesos logísticos. Según fuentes del sector, las inspecciones que antes tardaban un máximo de tres días ahora pueden extenderse hasta una semana, lo que conlleva sobrecostos significativos para las empresas.
«Multiplicaron por cinco o seis veces las requisas. Los sobrecostos matan la utilidad del exportador y esto ya es una descertificación de hecho. Se están reportando inspecciones en seis puertos norteamericanos desde inicios de 2025», comentó una fuente del sector exportador.
Impacto directo en las exportaciones
Los principales productos que Colombia exporta a Estados Unidos, como el café y las flores, se han visto afectados por estas medidas. Las demoras en la inspección ponen en riesgo la calidad y frescura de los productos, especialmente en el caso de las flores, cuyo transporte requiere rapidez y condiciones óptimas de conservación.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), confirmó que la situación está golpeando a las empresas colombianas y ha solicitado al Gobierno Nacional que intervenga para evitar un mayor impacto en el comercio bilateral. “Las empresas están afrontando costos adicionales significativos debido a las demoras en los procesos de inspección. Es necesario revisar estas medidas para evitar que la competitividad del sector exportador se vea afectada”, advirtió Díaz.
Un llamado a la acción
Con el fin de mitigar los efectos de estas medidas, Analdex ha propuesto que Estados Unidos reconozca a las empresas colombianas certificadas por la Dian como Operadores Económicos Autorizados (OEA) para que puedan ingresar al programa C-TPAT de la CBP. Este programa busca fortalecer la seguridad de la cadena de suministro y ofrece beneficios como inspecciones aduaneras más ágiles.
“Si se logra que las empresas confiables sean parte de este programa, se reduciría el número de inspecciones a exportaciones legítimas, disminuyendo las demoras y los sobrecostos”, explicó Díaz.
El problema también afecta las importaciones
No solo las exportaciones están enfrentando obstáculos. Los importadores colombianos también han expresado su preocupación por el nuevo Estatuto Aduanero implementado por la Dian. El Decreto 659 de 2024 establece la obligatoriedad de la Declaración Anticipada de Importación con un plazo reducido de cinco días a solo 48 horas.
Díaz advierte que este nuevo requerimiento puede generar problemas logísticos para las empresas, ya que si no logran completar el trámite en el tiempo establecido, podrían perder su mercancía. “Si una empresa no logra sacar la mercancía en el tiempo estipulado, se considera abandono, y no hay forma de recuperarla. Esto puede ser visto como una expropiación indirecta”, enfatizó.
Otro punto de preocupación es que la Dian aplicará estos tiempos también a los Operadores Económicos Autorizados, a pesar de que han sido certificados como usuarios de confianza. “Esto va a congestionar más la operación. Se deberían establecer tiempos más razonables”, señaló el líder de Analdex, comparando la situación con Perú, donde el plazo de retiro de mercancía es de 17 días con posibilidad de prórroga.
El reto de la modernización tecnológica
Uno de los mayores inconvenientes con la implementación del Decreto 659 es que las inspecciones a las importaciones deberán realizarse en los sitios de arribo, pero los puertos y aeropuertos del país no cuentan con la infraestructura suficiente para ello. Además, los empresarios han señalado que la Dian aún no ha implementado un sistema informático adecuado para agilizar los trámites.
El sistema informático que permitiría una operatividad más eficiente se prometió desde 2016 y su ausencia sigue afectando a las empresas. “Si ese sistema existiera, los procesos serían mucho más rápidos y fáciles”, afirmó Díaz. Aunque la Dian asegura que la entrada en vigencia del decreto solo ocurrirá cuando se certifique la operatividad de estos servicios electrónicos, los empresarios siguen escépticos respecto a su pronta implementación.
Un panorama incierto para el comercio exterior
Las medidas de la administración Trump y los cambios en la regulación colombiana están generando un panorama desafiante para el comercio exterior del país. Los exportadores e importadores deben enfrentar costos adicionales, retrasos y una mayor incertidumbre en sus operaciones.
La clave para superar estos retos radica en la capacidad del Gobierno colombiano de negociar con Estados Unidos para flexibilizar las inspecciones y mejorar la eficiencia de la Dian en los procesos de importación. De lo contrario, la competitividad del país en el mercado internacional podría verse gravemente afectada en los próximos meses.
