La disminución en las ventas, el aumento en los costos de los servicios públicos y el impacto del impuesto «saludable» sobre las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados son algunas de las dificultades que están afectando a los tenderos, así lo revela el más reciente informe de Fenalco.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Luego de un fin de año con resultados positivos para las ventas del comercio, enero empezó con menor dinamismo. Así lo evidencia la encuesta mensual de Fenalco para la Bitácora Económica, donde un 68% de los empresarios consultados consideró que los volúmenes de sus ventas fueron muy similares a los de enero de 2024 (42%) o estuvieron por debajo (26%). Solo un 32% reportó incremento.
“Es importante destacar el desempeño del sector durante el último trimestre del 2024, que obedeció principalmente a la apuesta de los comerciantes por impulsar campañas de descuentos, horarios extendidos y grandes promociones durante el Black Friday y la temporada navideña. Lo que no sólo impulsó al comercio, sino que contribuyó a estimular el crecimiento económico del país”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
En cuanto a expectativas, el 40% de los consultados piensa que en el transcurso del año tenderá a mejorar el clima de los negocios en el país, un 46% piensa que seguirá igual, mientras que para el 14% el futuro no parece tan positivo.
Otro de los temas que aborda este mes la Bitácora Económica es el nuevo aumento del precio a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, por cuenta del llamado Impuesto saludable y su repercusión en la inflación, que en enero subió 0.94%, variación por encima de lo previsto por los analistas. El mal comienzo de año en materia de precios se atribuye al efecto del fuerte reajuste del salario mínimo y al nuevo aumento de dicho tributo.
“Las encuestas de Fenalco en algo tienen razón y en algo no, nosotros pues desafortunadamente no tenemos encuesta hasta ahora sobre ese tema, pero le hablo desde la realidad en el caso personal de nosotros, aquí sí se nos ha bajado hartísimo la venta del tema de ultraprocesados, lógicamente eso se ha notado que se ha bajado muchísimo, pero también no es por el tema de impuestos, sino que los productos tradicionales son muy costosos, estamos hablando de papas margaritas, estamos hablando de fritola y de todo eso, son muy costosos. Entonces estas tiendas ahora D1 han sacado sus propias marcas o están empaquetando de proveedores de menor valor, por eso son mucho más económicos esos productos2, indicó Luis Gabriel Marín, tendero.

Según el tendero, estas marcas aun no son muy conocidas porque poco se ven en el mercado, sin embargo, son más económicos y exequibles para la comunidad.
“Ahí es donde la competencia entra a jugar un papel importante porque mientras ustedes tienen unas papas margaritas del tamaño grande que siempre estamos acostumbrados, puede valer $8,000, $9,000 en esas tiendas y en esos lugares se los puede conseguir en $6,000, $5,000, estoy hablando de un precio basado más o menos en lo que hemos notado. Ellos, los ultraprocesados, los están manejando a más bajo costo”, sostuvo Marín.
La Reforma Tributaria impuso para esos bienes una tarifa del 10% en 2023, que aumentó a 15% en 2024 y al 20% a partir de 2025. En 2024 la inflación fue 5.2% y los precios de las golosinas subieron un 49.26%, y productos de panadería como galletas, 6.99%. El informe de Fenalco indica que de acuerdo con el IPC del DANE, mientras que para el año terminado en enero la inflación total fue de 5.22% y la de alimentos y bebidas de 4.49%, los precios al consumidor final de bienes como las golosinas “crecieron un escandaloso 53.48%”. En enero las gaseosas subieron 3.27%, más de 3 veces que la inflación total.
“En tiendas tradicionales, normales, pues se ha incrementado mucho, nosotros compramos a pequeña escala, en cambio esos almacenes, pues ellos compran a gran escala, la compra de ellos es por toneladas, ellos compran por viajes directos mientras que, en una tienda, a uno lo surte el proveedor, el distribuidor, entonces eso tiene un margen, pero sí en algo se ha reducido, y el motivo, pues sí, es de muchas cuestiones, aunque aquí no sufrimos tanto por el tema de orden público, pues es muy menor. Sí podemos decir que en parte son estas competencias de estas tiendas que están entrando a todos lados y están haciendo un pequeño daño a los tenderos”, concluyó el tendero.
Por otro lado, el presidente de Fenalco agregó que: “El impacto del “impuesto saludable” en 2024 fue muy fuerte para el bolsillo de los consumidores y también ha afectado sobremanera las frágiles finanzas de los tenderos del país, que cada día ven más erosionada la viabilidad de sus negocios. Este impuesto debería reconsiderarse”.
“Así las cosas, este 2025 será nuevamente un año de muy complejo comportamiento económico para los colombianos y especialmente para los tenderos del país”. concluyó Cabal.

Algunos cerraron puertas
Según datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), mientras la inflación general para el año terminado en enero fue del 5,22 % y la de alimentos y bebidas del 4,49 %, los precios de productos como golosinas se dispararon un 53,48 %.
Asimismo, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó su preocupación por el impacto de estas medidas en los sectores más vulnerables.
“Estos aumentos han golpeado directamente a los hogares de menores ingresos y han afectado las ya precarias finanzas de los tenderos de barrio”, afirmó.
Además, destacó que cerca del 30 % de los tenderos consideró cerrar su negocio durante el último año debido a las dificultades económicas.
La encuesta de Fenalco también reveló cambios sustanciales en los hábitos de consumo de los colombianos.
El estudio también evidenció que, para el 70% de los tenderos, la mayor competencia proviene de otras tiendas de barrio. Además, perciben como una fuerte competencia al canal moderno, incluyendo autoservicios, vendedores ambulantes, minimercados, grandes superficies y autoventa, entre otros.
Si bien el efectivo sigue siendo el principal método de pago, cada vez más tiendas están adoptando medios digitales como Nequi, Daviplata y datáfonos. La crisis económica y la baja en las ventas han llevado a una reducción del «fiado», que ha disminuido hasta un 54%.
Según el informe, el 96% de estos pequeños negocios, que forman parte del canal tradicional, pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. Además, el 64,7% son propiedad de mujeres, y aunque la mayoría está haciendo esfuerzos por formalizarse, aún persiste un alto grado de informalidad. El 60% de los tenderos declaró que no realiza aportes a la seguridad social, ni para ellos ni para sus empleados, y solo el 17% cotiza para su pensión y la de sus trabajadores.

Aumento de precios
Los productos como pasabocas, galletas, golosinas, embutidos y alimentos preparados, entre ellos, empanadas, café y pastelería, han registrado una caída considerable en su demanda.
Este fenómeno, según el informe, está directamente relacionado con el aumento de precios y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores.
Por otro lado, los tenderos enfrentan una creciente competencia. Aunque el 70 % de ellos considera que su mayor rival son otras tiendas de barrio, también perciben una fuerte presión por parte de los canales modernos, como autoservicios, minimercados, grandes superficies y vendedores ambulantes.
Esta competencia ha obligado a muchos pequeños comerciantes a buscar estrategias para mantenerse a flote, aunque las opciones son limitadas debido a la falta de recursos.
Otro aspecto destacado en el informe es la disminución del “fiado”, una práctica tradicional en las tiendas de barrio que ha caído en un 54 % debido a la baja en las ventas y la incertidumbre económica.
Sin embargo, en contraste, se ha observado un avance en la adopción de métodos de pago digitales. Aunque el efectivo sigue siendo el principal medio de transacción, cada vez más tiendas están utilizando plataformas como Nequi, Daviplata y datáfonos para facilitar las compras.
El estudio de Fenalco también arrojó datos sobre el perfil de los tenderos en Colombia. El 96 % de estos negocios pertenece al canal tradicional y está ubicado en los estratos 1, 2 y 3.
Además, el 64,7 % de las tiendas son propiedad de mujeres, muchas de las cuales intentan formalizar sus negocios. Sin embargo, persiste un alto grado de informalidad: el 60 % de los tenderos no realiza aportes a la seguridad social ni para ellos ni para sus empleados, y solo el 17 % cotiza para pensión.
Esta falta de formalización no solo limita el acceso a beneficios sociales, sino que también dificulta el acceso a financiamiento. Según el informe, el 61,2 % de los tenderos manifestó necesitar un crédito para solventar su negocio, mientras que el 38,8 % indicó que no está buscando financiamiento en este momento.
Fenalco concluyó que las tiendas de barrio, que suman aproximadamente 450.000 en todo el país, son un pilar fundamental de la economía popular, ya que más de un millón de familias dependen de estos negocios. Sin embargo, las políticas fiscales y los desafíos económicos actuales están poniendo en riesgo su sostenibilidad.
“Es un contrasentido que, por un lado, el Gobierno hable de apoyo a la economía popular, pero por otro imponga mayores impuestos a las tiendas”, afirmó Jaime Alberto Cabal.
La encuesta, realizada por Fenalco a través de su programa Fenaltiendas, recopiló datos de tenderos del canal tradicional mayores de edad en todo el territorio nacional.









