La salud del Papa Francisco continúa siendo motivo de atención, luego de que este lunes 3 de marzo sufriera dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, los cuales fueron atribuidos a una “importante acumulación de moco endobronquial que provocó broncoespasmos”.
Según el boletín oficial emitido por la Oficina de Prensa del Vaticano, en ambas ocasiones fue necesaria la realización de broncoscopias para aspirar las secreciones. Ante la persistencia de la condición pulmonar, se decidió reinstaurar la ventilación mecánica no invasiva para facilitar la respiración del Pontífice.
A pesar de estos episodios, el reporte médico indica que Francisco permaneció en todo momento alerta, orientado y cooperativo, aunque el pronóstico sigue siendo reservado.
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Estado de salud del Papa sigue siendo complejo
El Papa Francisco, de 87 años, se encuentra hospitalizado en el Policlínico Gemelli desde el pasado 14 de febrero debido a una infección pulmonar. Según los últimos análisis, no hay evidencia de una nueva infección, ya que no se ha detectado leucocitosis (incremento de los glóbulos blancos), lo que sugiere que la acumulación de moco se debe a la evolución de la neumonía.
Los especialistas explicaron que los episodios de insuficiencia respiratoria fueron provocados por la reacción de los bronquios, que intentan expulsar la mucosidad acumulada como mecanismo de defensa del organismo.
El estado clínico del Papa se mantiene delicado, y aunque no se han reportado complicaciones adicionales, las últimas crisis evidencian que su recuperación continúa siendo un desafío.
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