La reforma laboral que se debate en el Congreso despierta inquietudes en el sector empresarial y laboral. Aunque el desempleo ha disminuido, la informalidad sigue siendo una barrera insuperable. ¿Realmente estas modificaciones garantizarán mejores condiciones laborales o aumentarán la precarización del empleo?
DIARIO DEL HUILA, ANALISIS
La reciente advertencia de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) sobre la reforma laboral que se debate en el Congreso ha puesto en el centro del debate económico la efectividad de estas medidas para reducir la informalidad y mejorar las condiciones del mercado laboral en Colombia. Pese a la disminución del desempleo en enero de 2025 al 11,6 %, la informalidad sigue superando el 56 %, lo que plantea serias dudas sobre el impacto real de la reforma en discusión.
Un mercado laboral con mejoras, pero con retos persistentes
Según el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la generación de empleo en enero de 2025 creció en 878.000 puestos de trabajo, alcanzando los 22,9 millones de personas ocupadas. Sin embargo, la mayoría de estos empleos fueron informales, con un 70 % de trabajadores por cuenta propia, lo que indica que el mercado laboral sigue sin ofrecer suficiente formalización.
Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, ha expresado su preocupación ante la falta de incentivos en la reforma laboral para revertir la informalidad. En su opinión, el proyecto en trámite en el Congreso aumenta las rigideces del mercado, reduce la competitividad del país y no toma en cuenta las nuevas dinámicas económicas globales. Además, advierte que podría incrementar la conflictividad laboral en vez de promover la generación de empleo formal.
A esta preocupación se suman las dificultades que enfrentan sectores como el comercio, la industria manufacturera y la construcción, que han sido clave en la generación de empleo pero que han visto reducida su capacidad de contratación. La falta de estímulos adecuados para la formalización y la rigidez de las nuevas normativas pueden generar un efecto contrario al esperado, limitando la creación de nuevos empleos.
Factores que afectan la inversión y el empleo
Más allá de las modificaciones propuestas en la reforma, el empresariado colombiano también enfrenta otros desafíos que afectan la creación de empleo. La inseguridad física y jurídica, el aumento en las tarifas de energía y la incertidumbre económica han sido señaladas como barreras para la inversión.
La ANDI ha manifestado su preocupación por el incremento de las tarifas de gas y la escalada de violencia en el país, factores que dificultan el crecimiento empresarial y la contratación de personal.Además, a pesar de que Colombia proyecta un crecimiento económico superior al de otros países de la región en 2025, este sigue estando por debajo de su potencial.
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Esta situación limita la capacidad del sector productivo para generar más empleo formal y de calidad. La incertidumbre en la política económica también juega un papel clave, ya que la inversión extranjera directa se ha visto afectada por la falta de claridad en las reglas del juego.A nivel internacional, otros países han logrado reducir la informalidad y mejorar las condiciones laborales mediante incentivos fiscales, programas de capacitación y modelos de contratación más flexibles que faciliten la transición de los trabajadores informales a la formalidad. En contraste, la reforma laboral en Colombia parece enfocarse en aumentar las regulaciones sin ofrecer soluciones efectivas para dinamizar el mercado de trabajo.
Reforma pensional: incertidumbre en la reglamentación
Paralelamente, la reforma pensional también ha generado inquietud entre los expertos y gremios empresariales. A pesar de haber sido sancionada hace siete meses, su reglamentación avanza lentamente. Asofondos ha advertido que la falta de claridad en aspectos clave, como la administración del Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo (FAPC) y la reducción de comisiones para los fondos privados, podría afectar la estabilidad del sistema de pensiones en el largo plazo.Uno de los principales puntos de discusión es el impacto en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), ya que la reducción en las comisiones podría generar un golpe financiero de aproximadamente 330.000 millones de pesos anuales.
Además, aún falta definir aspectos fundamentales del sistema, como la reglamentación de los fondos generacionales y el seguro previsional.Otro aspecto crítico es la sostenibilidad del sistema de pensiones en el futuro, considerando que Colombia enfrenta un acelerado envejecimiento de la población.
Sin reformas estructurales más profundas que incentiven el ahorro individual y fortalezcan la base contributiva, el sistema podría enfrentar un déficit creciente en las próximas décadas.
Impacto en los trabajadores y la productividad
Un elemento clave del debate es el efecto que tendrá la reforma laboral en la productividad y la competitividad de las empresas. Si bien es necesario mejorar las condiciones laborales, aumentar los costos de contratación sin un plan para incrementar la productividad puede generar una mayor informalidad y reducir la capacidad de crecimiento de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas.Los trabajadores también podrían verse afectados por las restricciones impuestas en la contratación.
Las empresas podrían optar por reducir el número de empleados formales o aumentar la tercerización como una estrategia para mitigar el impacto de la reforma. Esto podría generar una mayor precarización laboral en lugar de mejorar las condiciones de los trabajadores.
Propuestas para un mercado laboral más dinámico
Ante estos desafíos, es fundamental que el Gobierno y los gremios empresariales trabajen en conjunto para desarrollar estrategias más efectivas. Algunas propuestas que podrían ayudar a mejorar la formalización del empleo incluyen:
Incentivos fiscales y subsidios: Reducir los costos asociados a la contratación formal a través de incentivos fiscales para las empresas que generen empleo formal.
Flexibilización laboral: Implementar modelos de contratación más flexibles que permitan a las empresas adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado sin comprometer la seguridad laboral de los trabajadores.
Capacitación y educación: Invertir en programas de formación técnica y profesional para mejorar la empleabilidad de la población y reducir la brecha entre oferta y demanda laboral.
Fomento del emprendimiento: Apoyar a los emprendedores con acceso a financiamiento y asesoría para que puedan desarrollar negocios sostenibles y generar empleo formal.
Reducción de costos no salariales: Revisar y ajustar los costos asociados a la contratación para hacer más viable la generación de empleo formal sin afectar los derechos de los trabajadores.
El panorama laboral en Colombia sigue enfrentando grandes desafíos.
Aunque la disminución del desempleo es un indicio positivo, la persistente informalidad y la falta de incentivos para la contratación formal siguen siendo problemas estructurales.
La reforma laboral en discusión no parece ofrecer soluciones eficaces para reducir la informalidad, mientras que la falta de seguridad jurídica y económica limita la inversión y el crecimiento del empleo.A esto se suma la incertidumbre en torno a la reforma pensional, cuya reglamentación parcial y los retos en su implementación podrían generar dificultades en la sostenibilidad del sistema de pensiones.
En este contexto, el llamado de los gremios y empresarios es a buscar estrategias más integrales que impulsen la generación de empleo formal y el crecimiento económico del país.Finalmente, la discusión sobre las reformas debe centrarse en el impacto real sobre los trabajadores y las empresas, asegurando que las nuevas regulaciones fomenten un equilibrio entre garantías laborales y sostenibilidad económica. Solo así se podrá construir un mercado laboral más equitativo, competitivo y dinámico a largo plazo.
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