La capital de Norte de Santander enfrenta una nueva escalada de violencia tras un atentado con explosivos que dejó dos policías heridos. El ataque ocurrió en inmediaciones del complejo habitacional Torres de Bolívar, cuando los uniformados realizaban patrullajes de rutina. La detonación causó lesiones de consideración a los agentes, quienes fueron trasladados de inmediato a un centro asistencial.
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En respuesta al atentado, las autoridades desplegaron un operativo en la zona para descartar la presencia de más explosivos e identificar a los responsables. Aunque no se ha confirmado la autoría del ataque, se sospecha que grupos armados ilegales que operan en la región estarían detrás de esta acción. La Policía Nacional y el Ejército han reforzado la seguridad en puntos estratégicos de la ciudad.
El temor en Cúcuta se ha intensificado con dos homicidios recientes. En el barrio Guaimaral, Luciano Velazco Peñaranda fue asesinado por sicarios mientras se encontraba en su motocicleta. Horas después, en la zona de La Tomatera del barrio Alfonso López, las autoridades hallaron el cuerpo sin vida de un hombre con varios impactos de bala en la cabeza. Se presume que estos crímenes estarían ligados a disputas entre redes de microtráfico.
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Ante la creciente inseguridad, la comunidad exige medidas contundentes para frenar la violencia. Las autoridades continúan con las investigaciones y han incrementado los operativos en sectores críticos de la ciudad, mientras Cúcuta vive momentos de zozobra por la constante amenaza de nuevos ataques.
