Lejos de ser un simple placer culposo, el queso puede aportar múltiples beneficios a la salud. Desde fortalecer los huesos hasta mejorar la microbiota intestinal, algunas variedades destacan por su equilibrio nutricional y su impacto positivo en el organismo.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
El queso ha sido objeto de debate durante años debido a su contenido de grasas saturadas y su posible relación con problemas de salud. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que este alimento no solo puede formar parte de una dieta equilibrada, sino que también ofrece beneficios importantes para el corazón, los huesos y la microbiota intestinal. A continuación, exploramos las mejores opciones de queso para la salud y sus principales aportes nutricionales.
Beneficios para la salud intestinal
Algunas variedades de queso, como el Gouda o el suizo, pueden contribuir a una microbiota intestinal saludable gracias a su contenido de bacterias probióticas. Estas bacterias, como Lactobacillus y Propionibacterium freudenreichii, sobreviven al proceso digestivo y benefician el equilibrio del sistema digestivo.
Sin embargo, no todos los quesos conservan estos microorganismos. Los quesos envejecidos, como el parmesano, pierden muchas de sus bacterias probióticas, mientras que otros, como el Stilton, aún los mantienen en cantidades significativas.
El queso y la salud cardiovascular
Durante años, el queso fue desaconsejado por su alto contenido de grasas saturadas, las cuales se asocian con el aumento del colesterol LDL (malo) y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, estudios recientes han cuestionado esta relación. Un análisis publicado en la revista Advances in Nutrition no encontró una conexión significativa entre el consumo de queso y las enfermedades del corazón.
Algunas investigaciones sugieren que el queso podría incluso mejorar el perfil lipídico al aumentar el colesterol HDL (bueno). La matriz láctea, compuesta por la interacción de los componentes del queso, parece jugar un papel clave en la neutralización de los efectos negativos de las grasas saturadas.
Control de peso y queso
A pesar de su densidad calórica, el queso puede ser beneficioso para el control del peso. Es un alimento saciante que ayuda a controlar el hambre y evitar el consumo excesivo de otros alimentos menos nutritivos.
Un estudio en Advances in Nutrition encontró que el consumo moderado de queso no contribuye al aumento de peso e incluso puede ayudar a mantener una alimentación balanceada. “Aunque el queso tiene muchas calorías, si se consume con moderación no provoca un aumento de grasa y puede formar parte de una dieta saludable”, explica Alex Ruani, investigador en el University College de Londres.
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El queso y la salud ósea
El queso es una excelente fuente de calcio, fósforo y vitamina K2, nutrientes esenciales para mantener huesos fuertes. Su consumo regular podría prevenir la osteoporosis y reducir el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores y mujeres posmenopáusicas.
Según diversos estudios, los quesos más ricos en calcio son el parmesano, el suizo y el cheddar. Estos aportan una cantidad significativa de este mineral, ayudando a fortalecer la estructura ósea y prevenir enfermedades relacionadas con la pérdida de densidad ósea.
¿Cuánto queso es saludable?
Aunque el queso tiene múltiples beneficios, debe consumirse con moderación. Las recomendaciones oficiales sugieren un máximo de 30 gramos al día, equivalente a un trozo pequeño. Sin embargo, algunos expertos indican que hasta 60 gramos diarios pueden ser seguros y beneficiosos para la salud, sin afectar negativamente el equilibrio de grasas saturadas y calorías.
Los quesos más saludables y sus beneficios nutricionales
Si bien hay muchas variedades de queso, algunas se destacan por su perfil nutricional equilibrado, con alto contenido de proteínas y calcio, pero menos grasa y calorías. Entre los más recomendados se encuentran:
- Ricota: Es una de las opciones más saludables, ya que tiene un alto contenido de proteínas y un bajo nivel de grasa. Además, genera una sensación de saciedad, ideal para quienes buscan controlar su peso.
- Queso fresco: Popular entre los deportistas, es bajo en calorías y grasas, pero rico en proteínas, lo que facilita la recuperación muscular después del ejercicio.
- Queso panela: Es una alternativa ligera con menos del 20% de grasa, alto contenido de calcio y proteínas, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan un queso bajo en calorías.
- Queso mozzarella: Ideal para una mejor digestión, ya que tiene un bajo contenido de colesterol y lactosa, según la Revista Internacional de Tecnología Láctea.
- Queso parmesano: Aunque tiene un porcentaje de grasa más elevado, su alto aporte de proteínas y calcio lo convierte en una alternativa beneficiosa si se consume con moderación.
El queso, lejos de ser un enemigo de la salud, puede aportar importantes beneficios cuando se elige la variedad adecuada y se consume en cantidades moderadas. Desde mejorar la salud intestinal hasta fortalecer los huesos y contribuir al bienestar cardiovascular, este alimento sigue siendo un componente valioso en la dieta de muchas personas.
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