Por: Mario Solano
Dos disciplinas han sido fundamentales para la defensa y buen vivir de Colombia: la Medicina y el Derecho, podría incluir otra, las fuerzas armadas y policía. Mientras la Medicina preserva la vida y garantiza la salud, el Derecho protege la libertad y la justicia. Ambas profesiones, con sus principios y valores, han desempeñado roles heroicos en distintos momentos de nuestra historia. Durante la pandemia, los Colombianos presenciamos el sacrificio y dedicación de los trabajadores de la salud, quienes fueron la primera línea de defensa contra una amenaza invisible, asumiendo riesgos personales y mostrando su compromiso que fue ampliamente reconocido por la sociedad y hoy parece ya olvidado, no solo por la sociedad, sino por el gobierno. Superada aquella emergencia, hoy ante la situación política del pais, emerge otro pilar fundamental: el Derecho. En tiempos de incertidumbre política, crisis institucionales, la justicia se convierte en la garantía de la estabilidad y el respeto a los derechos fundamentales. Si la medicina nos permitió seguir con vida, el derecho nos permite hacerlo con dignidad y libertad, asegurando la convivencia armónica y el mantenimiento del orden democrático. Tal como lo plantea Émile Durkheim, el derecho no solo sanciona, también refleja la moral colectiva de una sociedad. Es a través de la aplicación de las normas que una nación puede evitar el caos y fortalecer sus instituciones, sin recurrir a la violencia. Hoy aun mas relevante en la nueva ola de, ¨ paz por encima de la justicia¨. La percepción de justicia y equidad influye en la conducta de las personas, fomentando el respeto por las normas establecidas, confiar en el derecho es, fortalecer el tejido social, en tener pertenencia a una comunidad, con valores democráticos. Es de destacar el papel de los tribunales que, han asumido la responsabilidad de salvaguardar la libertad, evitando abusos de poder, garantizar la protección de los vulnerables. Por supuesto, la relevancia de estas profesiones no demerita el papel de otras. La sociedad funciona como un gran sistema, en el que cada disciplina tiene su aporte esencial. Pero en tiempos donde la incertidumbre política y social amenaza las libertades individuales, el derecho emerge como el último bastión de defensa. La historia ha demostrado que sin justicia, una sociedad no puede prosperar, y sin salud, no hay comunidad. Acá todas las profesiones tienen que seguir demostrando que el verdadero heroísmo, radica en el compromiso con nuestra sociedad.
