En lo que se ha convertido en el mayor desplazamiento masivo en el Catatumbo en casi tres décadas, más de 52.000 personas han sido obligadas a abandonar sus hogares desde mediados de enero debido a los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN.
Según informó Save the Children Colombia, la violencia ha tenido un impacto devastador en la población infantil, con más de 46.500 niños, niñas y adolescentes afectados, muchos de ellos sin acceso a la educación y expuestos a múltiples formas de violencia.
De acuerdo con la organización, la situación en la región es crítica. Más de 25.000 personas permanecen confinadas debido a las restricciones de movilidad impuestas por el conflicto armado, mientras que las familias desplazadas han buscado refugio en campamentos de emergencia en poblaciones como Cúcuta, Tibú y Ocaña. En estos lugares, las condiciones de vida son precarias, lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
Las cifras reflejan la magnitud del problema. Según Save the Children, desde el 15 de enero, al menos 80 civiles han sido asesinados, entre ellos tres menores de edad. Además, las autoridades han reportado el rescate de 20 niños que habían sido reclutados por grupos armados.
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Uno de los aspectos más alarmantes de esta crisis es la interrupción de la educación para miles de niños y adolescentes en el Catatumbo. Según Save the Children, el aumento de la violencia ha obligado al cierre de escuelas, dejando a los menores sin acceso a un derecho fundamental. La organización ha señalado que esta situación no solo afecta el desarrollo académico de los niños, sino que también los expone a mayores riesgos, como el reclutamiento forzado y otras formas de violencia.
En este contexto, la directora de Save the Children Colombia, María Mercedes Liévano, expresó su preocupación por el impacto de la violencia en la infancia.
“La violencia en Colombia es terrible, con desplazamientos forzados, niños, niñas y adolescentes sin escolarizar, víctimas de violencia sexual, miedo al secuestro y familias destrozadas. La niñez y adolescencia está pagando el precio más alto en esta última escalada. Están siendo asesinados, violentados, reclutados y desplazados”, afirmó.
Ante la gravedad de la situación, Save the Children hizo un llamado a las autoridades locales, nacionales e internacionales para que adopten medidas inmediatas que protejan a los niños y adolescentes afectados por el conflicto. Entre las acciones propuestas, la organización destaca la necesidad de garantizar la protección integral de los menores, reabrir las escuelas de manera segura y fortalecer las instituciones educativas.
Asimismo, Save the Children recalcó en la importancia de implementar intervenciones psicosociales para atender el trauma generado por la violencia y el desplazamiento. También insta a reforzar las estrategias de prevención del reclutamiento forzado y otras formas de violencia contra la niñez y la adolescencia.
“Sus derechos y su seguridad deben ser una prioridad; la paz debe restablecerse inmediatamente para garantizar su bienestar. Save the Children está atendiendo la situación, pero hacen falta más recursos y apoyo para responder a la gravedad de esta crisis humanitaria”, puntualizó Liévano.
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