Según la Unicef-Colombia, la violencia contra la infancia ya sea física, emocional o sexual, constituye una crisis mundial que se produce en los hogares, las escuelas, las comunidades y en internet. Sus efectos son graves y provocan lesiones, infecciones de transmisión sexual, problemas de salud mental como ansiedad y depresión, y la muerte.
Ahora, de acuerdo a reportes de la Estadística Delictiva de la Policía Nacional, entre enero y agosto del año 2023, se presentaron en el país 8.295 delitos sexuales contra menores de edad; de los cuales 4.605 fueron contra niños y niñas y 3.690 contra adolescentes.
Asimismo, el Ministerio Público también precisó que, entre enero y agosto de 2023, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reportó 12.899 exámenes médicos legales por presunto delito sexual en la primera infancia, infancia y adolescencia.
Los delitos con menores
En torno a esta problemática que afecta y daña la psicología de los niños afectados por conductas sexuales, dialogamos con el coronel Alexander Castillo, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, quien expresó. “Los delitos sexuales hacen parte de la preocupación permanente de nuestra Institución, para generar las condiciones de seguridad y confianza ciudadana, en todo el territorio nacional y por supuesto en el área metropolitana”.
El oficial, indicó que en muchos aspectos estos casos continúan en aumento. En Colombia, la violencia contra los menores experimentó un preocupante aumento del 31% en 2024, de acuerdo con datos proporcionados por Unicef.
Y en cuanto a los casos registrados por las autoridades, “para el año 2023, se presentaron 168 casos y en el año 2024, fueron 186, eso indica un incremento en el 11% de los hechos que se presentaron en la vigencia anterior”, dijo el coronel.
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Las aprehensiones
Ahora, cuando uno revisa las capturas, que ayudan a contener los delitos sexuales con menores de edad, en el año 2023, 53 personas fueron detenidas vinculadas a investigaciones por este tipo de ilícitos y el año pasado registraron 47 detenciones.
“Allí, es necesario reflexionar ¿qué pudo haber pasado? y las explicaciones que quedan, primero es que son delitos que suceden mucho en círculos cerrados, sociales o familiares y la denuncia es clave para la actuación de las autoridades. Es decir que la reducción en las capturas y el incremento en el tipo de ilícitos, puede representar que las personas no están denunciando a los responsables”, dijo el oficial.
Y los casos registrados, se debe a la atención de las víctimas, pero ya en los centros asistenciales.
Edades más afectadas
Ahora en relación a las edades más afectadas por este tipo de ilícitos, dijo el oficial: “el rango de las edades de las menores víctimas en 2023, según estos análisis de información de fuentes de información que cuenta la Policía Nacional, que son compartidas con otras instituciones estatales, son las de 12, 13 y 17 años de edad. Imagínese, todos menores, el activo más importante de un país, es la población más afectada. Y en 2024, son los de 12, 13 y 14 años”.
Allí, indicó el coronel se entra a determinar quienes son los victimarios.
“A partir del acceso a esta información señalamientos, de la denuncia de las personas afectadas, da cuenta que los victimarios se encuentran principalmente en el entorno familiar, padrastros, padres de familia, tíos e incluso amigos cercanos del núcleo”, reveló el comandante de la Policía.
En este sentido la Institución, pone a disposición de la comunidad la oferta institucional, las capacidades investigativas, en este sentido se encuentra la Sijin, quienes recepcionan la denuncia. No es necesario que suceda el caso, sino cuando haya sospecha de un acto ilícito con los menores de edad, se puede dar a conocer.
Además, cuentan con la estrategia de Mujer, Familia y Género que propone una atención priorizada a la comunidad para la protección y de esta manera anticiparse a esta clase de hechos.
Niñas en peligro
“En este caso, hay que mencionar que las niñas son las más afectadas por conductas sexuales, tenemos 10 casos de menores afectadas, frente a 6 del año 2024 y dos niños en 2025, pero la vigencia pasada no se presentaron casos con infantes”, dijo Alexander Castillo.
Las recomendaciones
El oficial, agregó que se deben anticipar a que cualquier delito suceda, pero principalmente el que afecta a niños, niñas y adolescentes.
“Es importante realizar recomendaciones a los padres de familia, que les permita identificar o sospechar sí su hijo ha sido víctima. Es importante no expresar angustia delante de ellos, este aspecto va a ayudar a que den a conocer el problema que los perjudica”, dijo el coronel.
Además, de mostrar comprensión y empatía con lo que dice el menor, hay que creer en sus palabras, lo que va a generar confianza.
“Asegurarles, que lo vivido no es culpa de ellos, son víctimas. Hay que valorar la valentía para contar lo que sucede, y protegerlos del posible victimario. Y darle la confianza para que denuncie esta clase de hechos. La denuncia es clave para iniciar el proceso investigativo. También, deben de llevarlos al médico, y allí se activa la ruta”, indicó el oficial.
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Panorama nacional
Y en una reciente entrega del Laboratorio de Gobierno (GovLab) de la Universidad de La Sabana basada en los datos del SIEDCO de la Policía Nacional, se pudo construir una de las radiografías más completas que se han registrado hasta ahora sobre delitos sexuales en el país.
La situación en los registros que se tienen del 2024 no parece ir por mejor camino. A lo largo de este año, en comparación con el año 2023, entre los meses de enero y mayo, se presenta un aumento del 10% en los delitos sexuales, lo que en números significa un incremento de 1.239 casos. Así, que mientras en 2023 se presentaron, en ese periodo, un total 10.463 casos, para el 2024 se han registrado 11.702. Cabe destacar que en ambos años al rededor del 80% de las víctimas fueron mujeres siendo los delitos sexuales a adultos los que predominan y en segundo lugar, los delitos dirigidos a menores de edad.
Lo anterior permite entender una situación alarmante en términos de salud pública y sociedad, como señala Johana Romero, profesora de la Facultad de Psicología y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de La Sabana, el abuso sexual es un asunto que se perpetúa. “Aunque la ley ha cambiado, no hay una caducidad efectiva del delito, los procesos judiciales son largos y desalentadores, lo que lleva a la falta de sanciones contundentes. Además, las víctimas que no reciben tratamiento adecuado pueden desarrollar patrones de comportamiento abusivo”.
