El Huila fue uno de los departamentos más afectados por la red de extorsión liderada por alias ‘Cancharino’, un peligroso cabecilla de las disidencias abatido recientemente en combates con la Fuerza Pública. Su caída representa un golpe crucial contra el crimen organizado, poniendo fin a años de amenazas y terror en la región.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Alias ‘Cancharino’, cuyo verdadero nombre era Fabián Guillermo Espinosa Arboleda, se convirtió en uno de los criminales más buscados del país por su papel clave en las finanzas ilícitas de las disidencias. Con apenas 24 años, este hombre logró consolidar una red de extorsión que afectaba a comerciantes, empresarios, transportadores y campesinos en al menos cinco departamentos, entre ellos el Huila.
Su captura se convirtió en una prioridad para las autoridades, ya que generaba ingresos millonarios a la organización criminal de alias ‘Calarcá’, cabecilla del bloque ‘Jorge Suárez Briceño’. Gobernaciones como las del Tolima y el Meta ofrecían recompensas de hasta 300 millones de pesos por información que permitiera dar con su paradero. Finalmente, tras años de evadir la justicia y escapar de cinco operativos, fue abatido en combates con la Fuerza Pública en zona rural de Rovira, Tolima.
La huella criminal de alias ‘Cancharino’ en el Huila
A pesar de haber nacido en El Paujil, Caquetá, alias ‘Cancharino’ se movía con facilidad en distintas zonas del país, entre ellas el Huila, donde su presencia causó temor entre la comunidad. Según información de inteligencia, el frente ‘Joaquín González’ —creado y dirigido por él— tenía una fuerte presencia en el sur del Huila, especialmente en municipios como Pitalito, Garzón y La Plata.
La modalidad de extorsión impuesta por este grupo consistía en amenazas directas a comerciantes y empresarios de la región, exigiéndoles millonarias sumas de dinero bajo la promesa de no atentar contra sus negocios o sus vidas. De igual forma, transportadores y productores agrícolas, en su mayoría caficultores, eran blanco constante de sus exigencias económicas.
Las investigaciones han revelado que varias familias del Huila se vieron obligadas a abandonar sus tierras debido a la presión ejercida por la red de extorsión de ‘Cancharino’. Los testimonios de víctimas indican que aquellos que se negaban a pagar eran objeto de represalias violentas, incluyendo atentados contra su integridad y la de sus familias.
El ascenso de un extorsionista sin escrúpulos
Fabián Guillermo Espinosa Arboleda comenzó su camino en el crimen a la corta edad de 16 años, cuando fue reclutado de manera forzada en el Caquetá. Desde entonces, se convirtió en un hombre de confianza dentro de las disidencias, destacándose por su crueldad y su capacidad para generar ingresos a la organización a través de la extorsión.
Con el tiempo, su influencia creció hasta que en 2023 recibió la orden de liderar el frente ‘Joaquín González’, especializado en la obtención de recursos mediante el cobro de ‘vacunas’ a empresarios y comerciantes. Su operación no solo abarcaba al Huila, sino también a los departamentos de Meta, Tolima, Caquetá y Guaviare.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió en el Caquetá, donde alias ‘Cancharino’ exigió la suma de 2.000 millones de pesos a un almacén de grandes superficies. Este hecho, que quedó registrado en los informes de inteligencia, es apenas un reflejo del poder económico que logró alcanzar en su corta pero intensa carrera criminal.
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Un peligro constante para la región
El general Nicolás Alejandro Zapata, subdirector de la Policía Nacional, señaló que alias ‘Cancharino’ era una de las figuras más temidas dentro de la estructura criminal de las disidencias. “Su capacidad para generar recursos ilegales lo convirtió en una pieza clave dentro del bloque de alias ‘Calarcá’. Su caída representa un golpe contundente a la financiación del grupo ilegal”, afirmó el alto oficial.
En el Huila, las autoridades reconocen que la influencia de ‘Cancharino’ en la economía criminal había llegado a niveles preocupantes. Sus operaciones afectaban directamente a los sectores productivos del departamento, lo que generó una crisis de seguridad en municipios estratégicos para el comercio y la agricultura.
La cacería de ‘Cancharino’: cinco operativos fallidos antes de su muerte
A lo largo de los últimos años, alias ‘Cancharino’ logró evadir en cinco ocasiones distintos operativos de captura organizados por la Fuerza Pública. En cada uno de ellos, el extorsionista logró escabullirse gracias a su red de informantes y su conocimiento del terreno.
Sin embargo, su racha terminó días atrás en la vereda del municipio de Rovira, Tolima, donde fue localizado por unidades del Ejército y la Policía. En el enfrentamiento que se produjo, ‘Cancharino’ y dos de sus hombres de confianza fueron abatidos, poniendo fin a su reinado del terror.
El legado de violencia de alias ‘Cancharino’
Las autoridades han atribuido a este cabecilla disidente múltiples crímenes cometidos en los últimos años, entre ellos:
- 2019: Participó en el asesinato de soldados en el sector San Juan de Lozada, en La Macarena, Meta.
- 2020: Lideró hostigamientos y ataques contra la Fuerza Pública en La Macarena y fue responsable del asesinato del subteniente Carlos Arturo Becerra Castellanos.
- 2021: Planeó y ejecutó atentados en Cartagena del Chairá, Caquetá, y en la vereda La Atlántida, Meta.
- 2022: Organizó una emboscada contra el Batallón de Despliegue Rápido en Meta, en la que murieron cuatro militares.
- 2024: Coordinó ataques contra tiendas D1 en los municipios de Paujil y Doncello, en Caquetá.
Repercusiones y el futuro de la seguridad en el Huila
Tras la muerte de alias ‘Cancharino’, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para desmantelar el frente ‘Joaquín González’ y capturar a los demás cabecillas que aún operan en la región. Según informó la Gobernación del Huila, se está trabajando de la mano con la Policía y el Ejército para evitar que nuevos grupos criminales llenen el vacío dejado por la caída de este extorsionista.
En Tolima, la gobernadora Adriana Magali Matiz celebró la neutralización de este peligroso delincuente y reiteró el compromiso de las autoridades para capturar a alias ‘May’ y alias ‘Libardo’, otros cabecillas que continúan operando en la zona. “Los delincuentes que atentan contra la paz de nuestra región serán perseguidos y combatidos sin tregua”, afirmó la mandataria.
Mientras tanto, el Huila se mantiene en alerta, con la esperanza de que la caída de ‘Cancharino’ marque el inicio de una nueva etapa en la lucha contra la extorsión y la violencia en la región. La comunidad y las autoridades continúan trabajando en conjunto para garantizar la seguridad de los huilenses y recuperar la tranquilidad de quienes han sido víctimas de la criminalidad organizada.
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