El dolor en el brazo izquierdo es un síntoma comúnmente asociado a los infartos, pero ¿es realmente una señal confiable? Aunque puede ser un indicio de problemas cardíacos, existen otros síntomas y factores de riesgo que deben considerarse para un diagnóstico preciso. Identificar estas señales a tiempo puede marcar la diferencia en la prevención de un ataque cardíaco.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
El infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque cardíaco, ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se reduce o se detiene debido a la obstrucción de una arteria coronaria. Esta obstrucción es causada, en la mayoría de los casos, por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias, formando placas que pueden deteriorarse y generar coágulos, los cuales interrumpen el flujo sanguíneo.
El dolor en el brazo izquierdo: ¿un síntoma confiable?
Uno de los signos más conocidos de un infarto es el dolor, hormigueo o entumecimiento en el brazo izquierdo. Sin embargo, el Hospital San Rafael A Coruña aclara que este indicativo no siempre es confiable, ya que el dolor es referido, es decir, se origina en el pecho y se percibe en otra parte del cuerpo, como el brazo o la mandíbula.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido, esta molestia puede ir acompañada de dolor, presión o incomodidad en el pecho. No obstante, los especialistas advierten que los síntomas pueden variar según el género y la condición de la persona afectada.
Diferencias en los síntomas entre hombres y mujeres
Los signos de un infarto pueden manifestarse de manera distinta en hombres y mujeres. En los hombres, el ataque cardíaco suele presentarse con un dolor torácico repentino e intenso, con una sensación de opresión que dura más de 15 minutos.
Por otro lado, las mujeres pueden experimentar dolor o presión en el pecho, pero es más frecuente que manifiesten otros síntomas como:
- Dificultad para respirar.
- Fatiga.
- Palpitaciones.
- Mareos.
- Sensación de indigestión.
- Náuseas o vómitos.
- Dolor en el cuello o la mandíbula.
Síntomas generales de un infarto
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, algunos síntomas generales de un infarto incluyen:
- Cambios en el estado mental, especialmente en adultos mayores.
- Dolor torácico con sensación de presión, compresión o llenura, que puede irradiarse a la mandíbula, hombros, brazos, espalda o estómago.
- Sudoración fría.
- Mareos.
- Náuseas (más frecuente en mujeres).
- Indigestión.
- Vómitos.
Algunos ataques cardíacos ocurren de manera repentina, pero en muchas ocasiones se presentan signos de advertencia días o semanas antes. Uno de los principales indicios es la angina de pecho, caracterizada por dolor o presión torácica que no desaparece con el descanso. La angina es una consecuencia de la disminución temporal del flujo sanguíneo al corazón y puede ser una alarma temprana de un infarto inminente.
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¿Cuándo buscar atención médica?
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, es fundamental buscar atención médica inmediata. La rapidez en la respuesta puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, ya que el tratamiento temprano puede reducir significativamente el daño al corazón.
Prevenir los infartos es posible con hábitos saludables como una alimentación equilibrada, actividad física regular, control del estrés y evitar el tabaquismo. Reconocer las señales de alerta y actuar rápidamente puede salvar vidas.
Factores de riesgo que aumentan la probabilidad de un infarto
Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto, como la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol alto y la obesidad. El sedentarismo y el estrés también juegan un papel importante en la salud cardiovascular. Es fundamental llevar un estilo de vida saludable y realizar chequeos médicos periódicos para reducir estos riesgos.
Importancia de una dieta saludable
La alimentación desempeña un papel clave en la prevención de enfermedades cardíacas. Una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, grasas saludables y proteínas magras puede ayudar a mantener el corazón en buen estado. Asimismo, es importante evitar el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas, ya que pueden contribuir al desarrollo de placas en las arterias.
Ejercicio y salud cardiovascular
Realizar actividad física de manera regular es clave para mantener un corazón saludable. Se recomienda al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Además, incluir ejercicios de resistencia puede fortalecer el sistema cardiovascular y mejorar la circulación sanguínea.
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