Por:
| Juan Yamid Sanabria |
La incertidumbre comercial es una de las principales herramientas de afectación a la economía. Aunque muchas personas se dividen entre el apoyo “anti yanqui” o el respaldo al “tío Sam”, otros miran este conflicto como una guerra arancelaria entre Estados Unidos, Canadá, China y México, así como sus repercusiones en el mundo.
La estrategia del presidente Trump es amenazar con aranceles del 10% al 25% en mercados cuyas relaciones con Estados Unidos han sido históricas, con el fin de negociar la deportación de inmigrantes, la guerra contra el narcotrafico, entre otros factores geopolíticos, pensando en posicionar su agenda de extrema derecha, una idea que para el famoso periódico The Wall Street Journal determinó como “la guerra comercial más tonta de la historia”, ya que consideran que el aislacionismo está condenado al fracaso.
Por su parte México ha dado una exposición magistral de gobernanza en cabeza de su presidenta Claudia Sheinbaum, que lo primero que hizo fue reunir a grandes empresarios del país en cabeza del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y junto a todo su gabinete respaldaron sin distinción política (izquierda o derecha) una postura de respaldo a la defensa del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), vigente desde julio de 2020, entre los cuales comercian más de 3 millones de dólares y respaldan 17 millones de empleos entre estas naciones.
Canadá ha hecho lo propio, el primer ministro Justin Trudeau, afirmó que también impondría aranceles a los productos importados de Estados Unidos por un valor aproximado de 155.000 millones de dólares canadienses (106.000 millones de dólares estadounidenses); y manifestó en una alocución televisada que “Esta es una decisión que, sí, perjudicará a los canadienses, pero más allá de eso, tendrá consecuencias reales para ustedes, el pueblo estadounidense”, un fuerte mensaje que considerando la cercanía geográfica que existe entre estos países de Norteamérica, difícilmente podrán equiparar en precios otros países por los altos costos del transporte.
China sigue avanzando en su visión expansionista, y tiene mucho por ganar, aunque les impongan aranceles del 10% es más lo que depende EEUU de ellos que el país asiático en exportaciones, algunos medios estatales chinos dijeron que las exportaciones del país a Estados Unidos representan solo el 3% de su PIB y menos del 15% de las exportaciones totales de China. El líder chino Xi Jinping ha manifestado que llevará reclamaciones ante la Organización Mundial del Comercio – OMC, sobre estas decisiones que violan los acuerdos establecidos, dejando un mensaje conciliador.
Finalmente, algunos analistas predicen que Colombia podría verse beneficiada, sí se restablecen totalmente las relaciones diplomáticas, ya que se demandaría mayor producción para sustituir la de México o Canadá. La guerra comercial de Trump es de presión-negociación y mediática, en la búsqueda de recuperar el sueño americano que se puede convertir en una pesadilla.
