Por: Mario Solano
La historia ha demostrado que los modelos políticos excesivamente ideologizados tienden a generar crisis económicas, polarización social y pérdida de confianza en las instituciones. Cuando los líderes priorizan ideológia sobre la realidad concreta, pueden implementar políticas que, resultan contraproducentes. La economía, la seguridad y el desarrollo social no pueden abordarse únicamente desde un marco teórico; requieren análisis empírico y decisiones basadas en evidencia. Por ejemplo, los regímenes comunistas intentaron aplicar modelos económicos centralizados que ignoraban la dinámica del mercado el resultado, escasez de bienes, inflación y un deterioro generalizado de la calidad de vida.
De igual forma, el neoliberalismo extremo ha demostrado en algunos casos que la desregulación sin control puede llevar a crisis financieras devastadoras. Un gobierno basado únicamente en ideología fomenta la polarización y el conflicto. los líderes ideologizados tienden a dividir a la población entre “amigos” y “enemigos”. Se etiquetan a los opositores como traidores o enemigos del pueblo, lo que destruye la posibilidad de diálogo y dificulta la gobernabilidad. Otro de los problemas de los gobiernos ideologizados es su desprecio por la técnica y la evidencia empírica.
En lugar de rodearse de expertos y tomar decisiones informadas, prefieren seguir discursos populistas que refuercen su visión del mundo, aunque estas medidas sean perjudiciales a largo plazo. La pandemia de COVID-19 fue un ejemplo claro de esto. Gobiernos con posturas ideológicas rígidas, tanto de izquierda como de derecha, tomaron decisiones basadas más en su ideología que en las recomendaciones científicas. Esto llevó a consecuencias desastrosas en términos de salud pública y economía. La imposición de un modelo económico idealizado, los efectos pueden ser devastadores.
Un claro ejemplo es Venezuela, donde el modelo económico basado en el control estatal absoluto, llevó a una crisis sin precedentes, fueron medidas tomadas por razones ideológicas, sin fundamento técnico el resultado, inflación disparada, producción colapsada y millones de personas emigraron en busca de mejores oportunidades. Por otro lado, ideologías neoliberales absoluta es desastrosa. La eliminación de controles en los mercados financieros llevó a una burbuja especulativa que terminó en una recesión global en el 2008.
El mejor enfoque para gobernar un país no es la adhesión ciega a una ideología, sino un pragmatismo basado en evidencia. La planificación debe involucrar expertos en cada área, permitiendo que las decisiones sean informadas y no meramente ideológicas, la mejor política es la que responde a la realidad, no a los dogmas.








