La recomendación a un padre de familia que tiene dudas acerca de la sexualidad de sus hijos, principalmente de las jóvenes, es que solicite charlas de educación sexual, ya que el sexo dejó de ser un tema tabú. La sugerencia es que les enseñen a usar el preservativo, que sirve no solo para protegerlas de un embarazo no deseado, sino de una enfermedad de transmisión sexual.
El embarazo en la infancia y adolescencia tiene efectos profundos en la trayectoria de vida, obstaculizando el desarrollo psicosocial. Además, se asocia con resultados deficientes en materia de salud tanto para ellas como para sus hijos. Diversos estudios han evidenciado repercusiones negativas en las oportunidades educativas y laborales, así como en la perpetuación de los ciclos intergeneracionales de pobreza y mala salud (UNFPA, 2016).
Disminución de casos
Y con el objetivo de conocer esta problemática en la ciudad, Diario del Huila, conversó con Lilibeth Galván, médica y secretaria de Salud de Neiva, quien manifestó: “el embarazo juvenil en el municipio, de 0 a 14 años de edad, ha tenido un descenso significativo. Así se encuentra establecido en los datos registrados del 2016, donde vemos que la curva ha disminuido, cerramos el año 2024, con 18 casos. Indicador que no deja de ser grave para la localidad”.
La funcionaria, indicó que las estrategias realizadas en el marco de garantizar la prevención, planificación de proyectos de vida en las adolescentes y la disposición de las Entidades Promotoras de Salud, Profamilia, donde las menores de edad tienen la oferta de servicios en materia de planificación familiar, ha contribuido a este descenso.
“Y entre las chicas de 15 y 19 años de edad, también se presenta un declive, en el año 2016, hablamos de 1.230 casos y con el pasar del tiempo ha decrecido, y hoy cerramos el 2024 con datos preliminares de 367 embarazos juveniles”, reveló la profesional de la salud.
Estos sustentan que los niños y jóvenes cada vez tienen mejor educación, en lo que conlleva ser padres a temprana edad, ahora planifican.
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El sexo dejó de ser tabú
“En épocas anteriores, hablar de sexo y sexualidad era un tema tabú, y cuando se prohíben estas charlas, lo que uno ve en la respuesta de los jóvenes es el aumento de las relaciones. Hoy vemos a los padres de familia más conscientes, acompañan a sus hijos e hijas a las consultas de planificación familiar y ahí vemos que la tendencia frente al número de casos es inversamente proporcional”, dijo la funcionaria.
La tarea para las administraciones, es seguir realizando estrategias orientadas a la disminución de esta problemática social. Y recordar que estos hechos en menores de 14 años de edad, son un delito.
Asimismo, desde esta dependencia, se encuentran trabajando en la masculinidad responsable, ya que esta problemática, no solo concierne a las adolescentes, sino al hombre.
Focalizan los hechos
Ahora, cuando encuentran que, en una institución educativa, se registran casos, “de inmediato nuestros funcionarios van al colegio, volvemos a trabajar con la planificación familiar. Les hablamos acerca de la sexualidad responsable, donde les indicamos que es normal tener una relación sexual, pero protegiéndose y pensando en los proyectos de vida y también en la capacidad que tienen las niñas para decir no quiero estar con alguien, y a su vez el respeto de los hombres ante este razonamiento de las chicas”, dijo la funcionaria.
Después de la realización de las charlas, los menores de edad, pueden acercarse a la ESE Carmen Emilia y pedir que los formen en educación sexual.
Adicionalmente, la secretaria envió el siguiente mensaje: “decirle a los padres de familia y educadores, que son los pilares fundamentales para evitar la prevención del embarazo en niños y niñas, que conversen con los jóvenes, antes de que las chicas tengan indicios de tener relaciones sexuales. Estas citas médicas no tienen ningún costo y los padres las pueden acompañar”.
La idea, es que “si llegan a estar con una persona, hagan uso del preservativo, que no solo previene el embarazo, sino que los protege de una enfermedad de transmisión sexual”, explicó Lilibeth Galván.
Padres a asesorarse
En este sentido, la recomendación dada por la médica es que: “los papás reciban estas charlas acompañados de sus hijos, y quienes tengan dudas, mientras los menores, reciben la formación, que les permitan acceder a la protección. Y recordarles que las instituciones de salud, tienen servicios amigables en materia de planificación y que el médico los oriente en este aspecto”.
Además, la Secretaría de Educación de Neiva, tiene un grupo de psicólogos, quienes capacitan a rectores y docentes, para que aborden de manera correcta este tipo de situaciones.
De igual manera, llegaron recursos del Ministerio de Salud para fortalecer la atención primaria.
“Y con esta dispersión de talento humano en las calles, buscamos que la estrategia preventiva se fortalezca, entre ellos, la planificación familiar. Son recursos por el orden de los $3.977 millones, vamos a tener 50 equipos básicos, conformados por un médico, enfermero, psicólogo, tres auxiliares y un gestor comunitario, quienes serán encargados de captar personas con problemas de salud por ejemplo de tensión, planificación, entre otras patologías”, resaltó la secretaria de Salud.
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Colombia ha avanzado
Y de acuerdo al UNFPA, organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, entre 2020 y 2023, Colombia ha registrado avances significativos en la prevención de embarazos en adolescentes de 15 a 19 años, disminuyendo en un 30%, de 110.672 a 78.018, los nacimientos. A pesar de que el porcentaje de adolescentes que ya son madres y tienen un nuevo embarazo sigue siendo alto (21% del total en 2022), esta reducción es una buena noticia, considerando que los embarazos no planeados en adolescentes implican la pérdida de sus oportunidades de educación, trabajo, ingresos, salud y bienestar, con impactos para sus hijos/as, familias, y para la sociedad.
No obstante, la evidencia revela la urgencia de redoblar los esfuerzos para proteger los derechos y proyectos de vida de las niñas de 10 a 14 años. Entre 2020 y 2023, los nacimientos en este grupo de edad se redujeron sólo en 11%, pasando de 4.301 a 3.821. Es importante recalcar que los nacimientos en niñas son consecuencia de embarazos y maternidades forzadas, producto del abuso y la violencia sexual.
Y según un informe de esta institución, el embarazo adolescente en Latinoamérica y el Caribe genera costos a los Estados que suponen, en promedio, el 0,35 % del Producto Interno Bruto (PIB) o 1.242 millones de dólares anuales por país. Ya para finalizar, América Latina y el Caribe reporta la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo, según la ONU. Cada año, alrededor de 1,6 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz y, de estos nacimientos, 36.000 son de menores de 15 años, lo que equivale a que cuatro niñas son madres cada minuto en la región.
