La crisis diplomática generada con los Estados Unidos, producto de la negativa de recibir dos vuelos militares que llegaron con 160 migrantes ilegales en la madrugada del día anterior, ha desatado una tormenta política y económica de grandes proporciones para el país. La reacción del presidente Trump no se hizo esperar. Empezó a generar un escalamiento de grandes proporciones diplomáticas. Muchos expertos han coincidido que es una pelea de burro amarrado con tigre suelto, como lo afirmaban nuestros ancestros. El gobierno norteamericano tomó la determinación de imponerle sanciones económicas y políticas a nuestro país, entre otras medidas, como respuesta a la negativa de Bogotá de recibir dos vuelos con deportados desde el país norteamericano. Tal decisión unilateral del gobierno colombiano ha puesto en peligro la seguridad nacional y pública de Estados Unidos, como lo expresaron los integrantes del equipo de gobierno norteamericano.
Y las sanciones impuestas a Colombia no son de poca monta. Son devastadores las consecuencias negativas que van a generar a la economía colombiana y por ende, al bienestar general de la sociedad colombiana. Entre las medidas iniciales que tomó Trump, se encuentran las siguientes: aranceles de emergencia del 25 % para todos los productos que ingresan a Estados Unidos. En una semana, los aranceles del 25 % se elevarán al 50 %. Prohibición de viaje y revocación inmediata de visas a los funcionarios del Gobierno colombiano y a todos sus aliados y partidarios. Sanciones de visa a todos los miembros del partido, familiares y simpatizantes del gobierno colombiano. Inspecciones reforzadas de Aduanas y Protección Fronteriza de todos los nacionales y cargas colombianas por razones de seguridad nacional. Las sanciones de la IEEPA a la Tesorería, la Banca y las Finanzas se impondrán en su totalidad. Como se observan, son gravísimas las sanciones impuestas por esta Nación.
Además, los migrantes ilegales colombianos que han capturado, se encuentran aguantando hambre y sed en las cárceles estadounidenses y están deseosos de regresar como sea, a su país natal. Es la nueva realidad de la geopolítica mundial. Son medidas drásticas que tomó el ejecutivo estadounidense, para frenar el aumento de la delincuencia en todas las ciudades norteamericanas y que prometió durante su campaña presidencial y que el constituyente primario lo llevó de manera abrumadora a la presidencia de los Estados Unidos. Por tal motivo, el presidente Petro debe manejar con mucha mesura y diplomacia estos conflictos que se han suscitado. No se deje llevar de la soberbia y de la arrogancia. Mantenga los conductos diplomáticos y buenas relaciones con el país más poderoso del mundo. Deje a un lado, los trinos y los mensajes a través de las redes sociales. La diplomacia no se maneja por medio de estos dispositivos. Usted es un nuestro presidente y merece todo el respaldo de los colombianos para conjurar esta crisis.







