Tras remover 37.022 m³ de tierra y escombros, equivalentes a 2.278 volquetadas de material, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) logró llegar al área de interés forense en La Escombrera, ubicada en la Comuna 13 de Medellín.
En este sector, correspondiente al periodo 2001-2004, se registró el mayor número de desapariciones forzadas durante el conflicto armado colombiano.
En esta montaña artificial, formada por el depósito de miles de toneladas de escombros acumulados por más de dos décadas, los equipos forenses excavaron hasta 15 metros de profundidad para recuperar restos óseos.
Las primeras valoraciones indican que las estructuras halladas corresponden al menos a cuatro personas, entre ellas una mujer joven. Todas las víctimas presentan signos de violencia peri mortem, es decir, como causa de muerte, y lesiones compatibles con proyectiles de arma de fuego, incluyendo tiros de gracia.
El hallazgo de estos restos confirma que La Escombrera no solo fue un sitio de desaparición, sino también un lugar de ejecución. Al menos dos de las personas fueron enterradas en el mismo lugar donde fueron asesinadas. Además, en uno de los casos se encontraron evidencias de que la víctima fue sometida a malos tratos y posiblemente a torturas antes de su muerte.
Le puede interesar: Corte Suprema eligió a Octavio Augusto Tejeiro como nuevo presidente de la Corporación
Las acciones en La Escombrera se desarrollan en el marco de las medidas cautelares adoptadas por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad de la JEP en 2020, con el objetivo de proteger zonas de interés forense donde se podrían hallar víctimas de desaparición forzada. Desde que los familiares de las víctimas comenzaron a denunciar los crímenes en 2001, es la primera vez que se recuperan cuerpos en este sitio.
La investigación hace parte del Subcaso Antioquia del Caso 08, que indaga crímenes cometidos por la fuerza pública en colaboración con grupos paramilitares durante el conflicto armado. En este marco, varios miembros de la fuerza pública, incluidos altos mandos militares, han sido citados a rendir versión sobre los hechos ocurridos en la Comuna 13, una zona donde se llevaron a cabo 34 operaciones militares entre 2001 y 2004.
Para la magistratura de la JEP, sugerir que fueron las propias familias quienes enterraron a sus seres queridos en La Escombrera es desconocer la magnitud del sufrimiento que han atravesado por décadas. «Es también menospreciar la incansable lucha que las ha mantenido firmes en su búsqueda de la verdad», enfatizó la Jurisdicción en un comunicado oficial.
Familias buscadoras: la clave en la intervención forense
El trabajo de recuperación ha sido posible gracias a la lucha de las familias buscadoras y organizaciones de víctimas de la Comuna 13, quienes han exigido justicia y verdad durante décadas. Desde el inicio de la intervención en julio de 2024, los familiares han acompañado la excavación, realizando veeduría y recibiendo informes diarios por parte de los equipos forenses y psicosociales.
El actual proceso de excavación, iniciado el 29 de julio de 2024, ha sido cuidadosamente diseñado durante dos años y precedido por obras civiles de adecuación que tomaron seis meses. Hasta el momento, las evidencias recuperadas respaldan la verdad judicial de que en La Escombrera fueron asesinados y desaparecidos habitantes de la Comuna 13, sin distinción alguna, por lo que la investigación continuará hasta esclarecer los hechos y garantizar justicia para las víctimas y sus familias.
Foto: JEP
Puede leer: Procuraduría solicita informes sobre recursos pendientes para el PAE









