En una muestra del talento colombiano que trasciende fronteras, el docente huilense Ramón Majé Floriano ha sido seleccionado entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize, el premio que reconoce a los mejores educadores del mundo. Su pasión por la enseñanza y su impacto en la vida de sus estudiantes lo han catapultado a una nueva dimensión educativa, haciendo de su labor un verdadero motor de cambio social y académico.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
El Global Teacher Prize, conocido como el Premio al Mejor Profesor del Mundo, ha puesto a Colombia en el centro de la atención internacional, al seleccionar a dos destacados docentes del país entre los 50 finalistas de este prestigioso galardón. Ramón Majé Floriano y Zamir Montero son los educadores que han logrado este reconocimiento, destacándose entre más de 5.000 nominaciones provenientes de 89 países. Este logro no solo resalta su dedicación y compromiso con la educación, sino también el impacto significativo que ambos han tenido en la formación de sus estudiantes y en la comunidad en general.
El Global Teacher Prize: Un Reconocimiento Internacional a la Excelencia Educativa
Organizado por la Fundación Varkey en colaboración con la Unesco, el Global Teacher Prize busca honrar a los educadores que transforman la vida de los estudiantes y lideran el camino hacia un futuro mejor a través de la innovación y la dedicación en sus prácticas pedagógicas. En su noveno año, el premio entregará al ganador una suma histórica de $1 millón de dólares. Los finalistas son evaluados según diversos criterios, como la innovación pedagógica, el impacto en la comunidad, la promoción de la ciudadanía global y su capacidad para abordar los desafíos locales en el aula.
En este 2025, los 50 finalistas han sido seleccionados de una enorme variedad de postulaciones, representando a una comunidad global de educadores que contribuyen al desarrollo de soluciones para los grandes retos contemporáneos, desde la desigualdad hasta el cambio climático. Este año, 11 de los finalistas provienen de Latinoamérica, destacando a Colombia con la inclusión de Ramón Majé Floriano y Zamir Montero, quienes han marcado una diferencia significativa en la educación de sus comunidades.
Ramón Majé Floriano: Transformando la Educación con Enfoque Humanista
Ramón Majé Floriano es reconocido por su innovador enfoque pedagógico y su capacidad para crear un ambiente educativo que fomenta tanto el conocimiento académico como el desarrollo humano. A lo largo de su carrera, ha sido un pilar fundamental en la formación de jóvenes líderes y ha logrado posicionar a su institución como una de las mejores de la región.
Su metodología educativa está basada en un enfoque integral que va más allá de las materias tradicionales, incorporando valores como la empatía, la justicia social y el respeto por la diversidad cultural. Majé ha trabajado incansablemente para promover la educación inclusiva, adaptando sus estrategias a las necesidades de todos los estudiantes, independientemente de su contexto socioeconómico. Su pasión por la enseñanza ha impactado positivamente en cientos de jóvenes, quienes hoy siguen siendo testigos del poder transformador de la educación que él promueve.

Zamir Montero: Innovación y Tecnología para el Futuro
Por otro lado, Zamir Montero ha dedicado su carrera a cambiar vidas a través de la tecnología educativa. Con una formación académica sólida, que incluye un doctorado en Ciencias de la Educación, Montero ha liderado proyectos innovadores que combinan la tecnología y el diseño pedagógico para abordar desafíos sociales y ambientales en su comunidad.
Desde su trabajo en el IED John F. Kennedy en Fundación, Magdalena, Montero ha puesto en marcha iniciativas como el proyecto «Design Thinking para un Mundo Más Inclusivo», que utiliza herramientas tecnológicas para fomentar la inclusión y la alfabetización en comunidades vulnerables. Entre sus logros más destacados está el desarrollo de aplicaciones y sistemas como Alfabetic, destinado a la alfabetización de niños en barrios populares, y AUDIT, que ayuda a los estudiantes con discapacidad auditiva a mejorar sus habilidades comunicativas.
Uno de los proyectos más trascendentales de Montero es el Sistema de Monitoreo Hidrometeorológico, que utiliza robótica y programación para alertar sobre posibles inundaciones en regiones vulnerables. Esta iniciativa no solo ha beneficiado a las comunidades locales, sino que ha sido un modelo a seguir en la integración de la tecnología en la resolución de problemas sociales.

La Educación como Motor de Cambio
Lo que distingue a ambos finalistas del Global Teacher Prize es su capacidad para ir más allá de las fronteras del aula. Su trabajo se extiende a la comunidad, promoviendo proyectos que no solo impactan a los estudiantes, sino también a sus familias y comunidades en general. En particular, Zamir Montero ha trabajado con comunidades afrodescendientes e indígenas, como los Palenqueros y los Kogui, para preservar su patrimonio cultural utilizando la tecnología. Estas acciones no solo enriquecen la educación, sino que también ayudan a mantener vivas las tradiciones ancestrales de Colombia.
Por su parte, Ramón Majé Floriano ha logrado que su institución se convierta en un referente de excelencia educativa, donde la formación académica va de la mano con el desarrollo de valores humanos. Su capacidad para integrar la educación en la vida cotidiana de sus estudiantes y hacer de cada lección una herramienta de cambio social es un ejemplo del impacto que los docentes pueden tener en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Un Reconocimiento Mundial para Colombia
La inclusión de Ramón Majé Floriano y Zamir Montero entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize coloca a Colombia en un lugar destacado dentro de la educación global. Este reconocimiento no solo honra a estos dos docentes excepcionales, sino también a todos los educadores del país que, día tras día, se esfuerzan por transformar la vida de sus estudiantes y contribuir a un futuro más prometedor para las generaciones venideras.
El anuncio del ganador del Global Teacher Prize se llevará a cabo en la Cumbre de Gobiernos del Mundo, en Dubái, entre el 11 y el 13 de febrero de 2025. Sin importar quién se lleve el galardón, lo cierto es que la participación de estos dos colombianos ya representa un gran logro para la educación en el país y una muestra de la calidad educativa que se está cultivando en Colombia.

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En un mundo que enfrenta desafíos globales como la desigualdad, el cambio climático y la transformación digital, los docentes juegan un papel crucial en la construcción de un futuro más inclusivo y sostenible. Ramón Majé Floriano y Zamir Montero son ejemplos vivos de cómo la dedicación, la innovación y el compromiso pueden hacer una diferencia tangible en las vidas de los estudiantes. Su inclusión en el Global Teacher Prize no solo celebra su trabajo, sino que también inspira a futuros educadores a seguir su ejemplo y a continuar luchando por una educación que cambie el mundo.
CAFELAB: Innovación Verde en la Caficultura de Pitalito
Pitalito, Huila, conocido por ser el principal productor de café en Colombia, cuenta con más de 21 mil hectáreas cultivadas. No obstante, la producción de café genera residuos que, si no se gestionan adecuadamente, perjudican el medio ambiente. La pulpa, mucílago, cascarilla y otros subproductos del café contaminan el agua, deterioran el paisaje y generan malos olores. Además, la falta de recursos y tiempo para el tratamiento adecuado de estos residuos ha llevado a una gestión ineficiente, exacerbando los problemas ambientales.
Por esto, hace un par de años nació un ambicioso proyecto de sostenibilidad ambiental que busca reducir la contaminación generada por los subproductos del café en el municipio: CAFELAB Colombia. Este proyecto también se propuso fomentar el emprendimiento sostenible y la conciencia ecológica entre estudiantes y la comunidad.
Para lograrlo, CAFELAB se enfoca en evaluar la gestión de subproductos del café en diferentes etapas del cultivo y postcosecha, y desarrollar emprendimientos sustentables que reincorporen estos residuos en la cadena productiva.
En ese sentido, el proyecto se estructura en tres fases clave:
– Inmersión: Los estudiantes realizan trabajos de campo y usan drones y herramientas estadísticas para analizar la gestión de residuos en fincas cafeteras.
– Transferencia: Utiliza retos STEM para desarrollar productos innovadores a partir de los subproductos del café, promoviendo el pensamiento crítico y la creatividad.
– Comunicación: Los estudiantes crean y comparten material científico y educativo, participando en eventos nacionales e internacionales.

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