Ya el Gobierno Nacional, recomendó a las Alcaldías suscribir los acuerdos con los Bomberos para evitar emergencias forestales. En este sentido, en el municipio de Palermo, expidieron un decreto en el que se prohíbe adelantar las ‘quemas controladas’, que son el inicio de conflagraciones de grandes magnitudes, como las vividas en el año 2024.
Las zonas perjudicadas en su momento fueron: El Viso, La Florida, Nilo, Alto y Bajo Pijao, El Moral, Guadalito, Corozal, Tambillo, Santo Domingo, Betania, Alto Sardinata y Fátima.
“Pedimos a nuestros agricultores, campesinos y campesinas de Colombia evitar quemas controladas, no es el mejor momento para hacerlas, y también alertar el Sistema de Gestión de Riesgos de municipios. Y a los municipios tener sus contratos con bomberos para poder precisamente estar listos y preparados, el mejor incendio es el que no inicia”, enfatizó, Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
¿Y las ayudas?
Ahora, con el objetivo de conocer ¿Cómo avanza la recuperación de la capital marmolera del Huila frente a los incendios forestales? Y las ayudas prometidas, dialogamos con Kleiver Oviedo, alcalde del municipio de Palermo, quien manifestó: “precisamente estamos a la expectativa, todavía ilusionados que nos logren ayudar desde el Gobierno Nacional, por ejemplo, en el tema de acueductos, que se vieron afectados con esta con la ‘ola’ de incendios y hasta la fecha no hemos podido realizar los arreglos”.
El mandatario, agregó que en la vereda Alto Sardinata, fue una de las más afectadas con está problemática, donde el Municipio, realizó inversiones e intervenciones.
“Y desde el principio de concurrencia y complementariedad en los niveles, nacional, departamental y local, ellos se comprometieron en suministrar recursos para la compra de materiales y de esta manera recuperar este acueducto y ya han transcurrido cuatro meses. Incluso la misma comunidad, ha amenazado con medidas de hecho por verse afectados con este derecho fundamental, por eso estamos preocupados”, resaltó el funcionario.
Desde la Alcaldía, los apoyaron con un tanque y una motobomba, mientras llegan las tan anheladas ayudas del orden nacional.
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Recuperación del ecosistema
“Nosotros estamos preocupados con la recuperación de la capa vegetal, y esperamos que la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), encargada del tema ambiental, nos diga ¿cuáles son las inversiones pertinentes?, Ahora, esto es un problema de toda la Administración Municipal, porque uno es el tema político, cuando uno quiere darle solución a una situación, pero en ocasiones lo jurídico y técnico se convierte en una limitante”, señaló el burgomaestre.
En cuanto a la recuperación del hábitat afectado por los incendios forestales, el funcionario indicó que, según lo manifestado por la autoridad ambiental, no es tan fácil la recuperación del bosque seco tropical, sembrar en este tipo de terreno es complejo, debido a la escasez de agua en esta zona y sería más fácil que se regenere por si mismo.
Ya en relación a las afectaciones de manera específica, el alcalde agregó que el centro poblado de Betania, tuvo perjuicios. “Las 13.000 hectáreas arrasadas por los incendios forestales, eran el área de amortiguación de este tipo de componentes. También, las veredas Nazareth, Alto Sardinata y Sardinata, en la actualidad tenemos dos (acueductos) que no se han podido recuperar y otros deben mejorar las líneas de sus bocatomas y de conducción”.
Recursos que necesitan
Según el alcalde, al realizar el análisis en materia de recursos para poner en funcionamiento los acueductos, siendo una de las necesidades más urgentes para la comunidad. “La inversión no es costosa, lo que sucedes es que el trámite realizado en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, se ha demorado mucho en el ámbito administrativo”.
Por ejemplo, para instalar la tubería de la vereda Alto Sardinata, necesitaban de $56 millones, ya en Betania, $40 millones.
Cambio de conciencia
Ahora, este medio de comunicación interrogó al burgomaestre, para conocer las estrategias que tienen para evitar que las emergencias forestales los vuelvan a perjudicar. “Ojalá, no volvamos a vivir una situación de estas. Hay que aprender desde el ámbito cultural, el cambio de conciencia es importante. Enseñarle a la gente que las famosas ‘rocerías’, para ahorrar dinero, se deben evitar. No podemos volver a realizar estas malas prácticas, debemos aprender a cuidar el ecosistema”.
Y para llegar a la comunidad, la Administración Municipal, inició un proceso de campañas pedagógicas y por medios de comunicación, además, de realizar un proceso de aislamiento de las reservas forestales.
“Les suministramos a los campesinos, bombas de fumigación, tanques, árboles para reforestar. Y en caso de tener una emergencia las puedan enfrentar. Ya tenemos el sistema de alertas activado y el convenio con Bomberos suscrito, de esta manera aprendimos para que estas situaciones no la volvamos a vivir como en el año inmediatamente anterior”, dijo Kleiver Oviedo.
Y es importante mencionar que quien incurra en afectaciones por quema, incendios forestales, entre otras afectaciones se verá involucrado en procesos sancionatorios que implican multas hasta por 100.000 SMMLV (equivale a 130.000.000 millones) conforme a lo establecido en la Ley 2387 de 2024 del Proceso Sancionatorio Ambiental.
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Los impactos
Ya para finalizar y según el informe de la Universidad de Los Andes, titulado: Donde hubo fuego cenizas quedan, donde analizan los impactos dejados por las conflagraciones que les presentamos a continuación:
En primer lugar, la destrucción directa de cultivos y plantaciones representa pérdidas económicas inmediatas para los agricultores, afectando desde pequeños productores hasta grandes empresas agrícolas. “Uno de los sectores que se verá más afectado sería el agro, pues impactaría de manera negativa a la producción de productos como el fique, yuca, palma de aceite y cebada.” (Corficolombiana, 2024). Además, sectores como la ganadería bovina también se vio gravemente afectada económicamente “Entre el 1 de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024, ha generado pérdidas por 122.400 millones de pesos. De esta cifra, 105.795 millones de pesos corresponden en la producción de leche.” (Fedegán, 2024).
La degradación del suelo es uno de los impactos más significativos; el fuego altera la composición química y biológica del suelo, reduciendo su fertilidad y capacidad para sostener cultivos futuros. “Después de ocurrido el fuego se generan unos aumentos de escorrentía superficial que facilitan la erosión de la ceniza y de los horizontes orgánicos superficiales del suelo, ricos en nutrientes, lo que llega a afectar el suelo mineral, cuyo tiempo de recuperación depende de la severidad del incendio.” (Cuesta & Giraldo, 2014). La capa superficial del suelo, rica en nutrientes y materia orgánica, puede ser severamente dañada o completamente eliminada, dejando un sustrato empobrecido que requiere años, si no décadas, para recuperarse.
Y en tercer lugar, la pérdida de biodiversidad causada por los incendios forestales también tiene implicaciones para la polinización, un proceso crucial para muchos cultivos. Numerosas especies de plantas cultivadas en Colombia dependen de polinizadores naturales como abejas, mariposas y aves.
