Los altos precios del café y el cacao marcan el inicio de 2025, impulsando la economía y generando expectativas en los productores. Sin embargo, ¿es esto una bonanza real o solo un buen momento coyuntural?
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
El año 2025 ha comenzado con un panorama positivo para dos de los productos más importantes de la economía colombiana: el café y el cacao. Ambos han registrado precios elevados en los mercados internacionales, lo que podría representar un impulso significativo para el sector agropecuario del país. Sin embargo, expertos advierten que la sostenibilidad de estos valores es incierta y que no necesariamente se puede hablar de una bonanza.
Un año prometedor para el café
El café colombiano, segundo producto de exportación más importante del país, ha mantenido una tendencia alcista en su cotización. En 2024, la producción casi alcanzó los 14 millones de sacos, y actualmente, la carga de café está por encima de los $2.700.000, mientras que la libra en los mercados internacionales supera los US$3,5.
En relación con los precios del café y su importancia para la economía, Guillermo Trujillo, analista cafetero, aseguró que: “los precios están allí por un leve bajón en producción de Brasil y Vietnam, pero rápidamente se debe equilibrar el mercado, por lo tanto, se debe aprovechar el momento de Colombia al máximo, dado que este 2025 debe ser de baja producción. Ya el café no tiene tanta importancia en la economía, los $4 billones de aumento en el ingreso son simplemente el 0.03% del ingreso nacional que por fortuna se convierte en demanda, dada la distribución del ingreso en pequeños productores, con alta propensión a consumir. Mientras que lo mismo sucede con el cacao que, desafortunadamente, en Colombia no ha aumentado en productividad, pero el buen precio llega también a campesinos muy pobres, que lo dedican inmediatamente al consumo”, aunque según él, lo que se vive actualmente con el café “para nada es bonanza, es simplemente un buen momento, para que sea bonanza real, debe estar por encima de $4.000.000 carga”.
Trujillo también aclara que, aunque el sector caficultor se está beneficiando de estos precios, aún no se puede hablar de una bonanza real, ya que para ello la carga de café debería superar los $4.000.000.
Cacao: precios históricos, pero sin aumento en productividad
El otro producto que ha registrado precios elevados es el cacao. La tonelada métrica ha superado los US$10.000, un valor que se ha mantenido alto desde el año pasado. Sin embargo, a diferencia del café, el cacao colombiano no ha mostrado un aumento significativo en su productividad.
En relación con el cacao, Eduard Baquero, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), responde si estamos frente a una bonanza cacaotera. “Estamos en un momento de buenos precios, no podemos hablar de bonanza porque la bonanza tiene otros componentes adicionales de producción y productividad. Nosotros hemos venido creciendo en productividad, el país viene creciendo en producción también”. Y para saber qué se puede esperar este año con el cacao, Baquero pronostica que es un tema bastante incierto.
“Todo depende del comportamiento de la producción en África. Estamos mirando, lo que sí podemos ver es que hay unas existencias de cacao que cada día disminuyen. Lo que esperamos es que seguramente los precios que tenemos se sigan manteniendo durante un tiempo. Aunque no tenemos datos consolidados de todo el año, seguramente los datos de las exportaciones del cacao del año pasado superan los US$200 millones”.
A nivel global, la volatilidad de los mercados de materias primas sigue siendo un desafío para productores y exportadores. Factores como el cambio climático, la oferta y la demanda, así como las decisiones de políticas económicas en países productores, pueden influir significativamente en los precios del café y el cacao. Por esta razón, los expertos insisten en la importancia de mejorar la productividad y la sostenibilidad en el sector agrícola colombiano.
Además, se ha señalado que la diversificación de mercados y la agregación de valor en la producción de café y cacao pueden ser claves para garantizar la estabilidad y el crecimiento del sector. Iniciativas como la producción de café especial y el desarrollo de derivados del cacao, como chocolates premium, están ganando terreno y ofrecen nuevas oportunidades para los productores colombianos.
Impacto en la economía y los productores
El buen momento de ambos productos tiene efectos positivos en la economía rural del país. Tanto el café como el cacao son cultivos que dependen en gran medida de pequeños productores, quienes se benefician directamente de los mejores precios. En el caso del cacao, la mayoría de los cultivadores son campesinos de bajos ingresos, lo que hace que el dinero adicional obtenido por la venta del producto se traduzca en mayor consumo y mejor calidad de vida.
Sin embargo, los expertos advierten que estos ingresos extraordinarios deben gestionarse con cautela. Trujillo señala que el café y el cacao son productos con alta volatilidad en sus precios, por lo que los productores deben prepararse para eventuales caídas en el mercado.
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Desafíos y oportunidades
A pesar del optimismo generado por los altos precios, los sectores cafetero y cacaotero enfrentan retos estructurales que podrían afectar su competitividad a largo plazo. Algunos de los principales desafíos incluyen:
Variabilidad climática: El fenómeno de El Niño y otros cambios climáticos pueden afectar la producción y calidad de los cultivos.
Falta de innovación en productividad: A diferencia de otros países, Colombia aún tiene mucho camino por recorrer en tecnología y eficiencia productiva.
Dependencia del mercado internacional: La volatilidad de los precios internacionales impacta directamente a los productores locales.
Competencia global: Brasil, Vietnam y los países africanos siguen siendo grandes jugadores en estos mercados, lo que puede afectar la posición de Colombia.
A pesar de estos desafíos, también existen oportunidades. La demanda global por productos de alta calidad sigue en aumento, lo que representa una ventaja competitiva para Colombia, especialmente en nichos de mercado como el café especial y el cacao fino de aroma.
El 2025 inicia con precios alentadores para el café y el cacao, pero los expertos advierten que no se debe caer en el triunfalismo. Si bien los productores están recibiendo mejores ingresos, la sostenibilidad de estos precios es incierta y dependerá de factores externos como la oferta global y las condiciones climáticas.
El rol de las políticas gubernamentales también será clave en la consolidación del sector agrícola. Los programas de apoyo financiero, la capacitación técnica y la promoción de prácticas sostenibles son herramientas fundamentales para mejorar la competitividad de los productores y garantizar la estabilidad del mercado a largo plazo.
Por otro lado, el consumo interno de café y cacao en Colombia ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. La tendencia hacia el consumo de productos orgánicos y de mayor calidad ha incentivado a los productores a innovar y mejorar sus procesos. Esto no solo fortalece el mercado local, sino que también abre nuevas oportunidades en el comercio exterior.
Los expertos subrayan la importancia de la resiliencia del sector agrícola colombiano ante los desafíos globales. La adaptación a las nuevas condiciones climáticas y económicas será determinante para mantener la rentabilidad de estos productos estratégicos y asegurar su papel en el desarrollo económico del país.
Para que Colombia pueda aprovechar verdaderamente este buen momento, es crucial invertir en innovación, productividad y estrategias que permitan reducir la dependencia de los mercados internacionales. Solo así podrá consolidarse un crecimiento sostenible para estos sectores clave de la economía nacional.
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